Spain of the Dead, (c) Gabriel Cordero Huertas / Dr. Worst

Spain of the Dead, (c) Gabriel Cordero Huertas / Dr. Worst
Con todo el cariño al equipo de rodaje de Juan de los Muertos

viernes, 4 de diciembre de 2009

En S.G.A.E. es mucho más difícil salir que entrar

Hoy he ido a la delegación de S.G.A.E. más cercana, para tramitar mi baja en la misma, puesto que aunque autor desde la minoría de edad, jamás he cobrado nada de la entidad y sin embargo ella si que ha intentado cobrarme a mí por tocar mis propias obras. El caso es que ya había intentado darme de baja con anterioridad y me he encontrado con la sorpresa, recientemente, de que la entidad me «honraba» considerándome socio todavía, a todos los efectos perniciosos y pertinentes.

Dada la situación, esta vez decidí no marcharme de la sucursal de S.G.A.E. sin un documento justificativo de mi solicitud, que os dejo para que veais cual es mi caso.

Me encontré con una anécdota, al presentar el escrito, la amable (todo hay que decirlo) señorita que me atendió, se puso un poco «nerviosa» ante el hecho de la solicitud de baja (quizás porque lo expresé en voz alta delante de otras personas que por otros motivos estarían siendo atendidas). Después hizo algo que, aunque está en su derecho y nada hay que objetar por ello, denota el clima de estado de defensiva en que se encuentra la S.G.A.E. y su omnipresente consideración de todo ciudadano como enemigo potencial. Buscando una escusa absurda, pero amablemente, la chica me indica que había estropeado mi copia del escrito, que lo mejor era que le sacara un fotocpia y me la diera sellada.

La única explicación que encuentro es que la srta. en cuestión temía (o tiene dadas instrucciones al respecto) que las dos copias presentadas (una para quedar en su poder y otra para guardar por mi sellada en prueba de recepción por S.G.A.E.) no fueran idénticas, que le estuviera poniendo alguna especie de trampa (un tanto kafkiano, porque iba firmada, aunque a lo mejor dudaba de la autenticidad de la firma también).

Como ya he dicho, sin duda que está en su derecho de examinar la corrección de lo que se le presenta. Pero ya no os digo la cara que puso cuando vio que en el encabezado ponía «Abogado del Ilustre Colegio de ...». Tuve que calmarla diciendo que hablaba por mí mismo, que estaba solicitando una baja en mi nombre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario