Spain of the Dead, (c) Gabriel Cordero Huertas / Dr. Worst

Spain of the Dead, (c) Gabriel Cordero Huertas / Dr. Worst
Con todo el cariño al equipo de rodaje de Juan de los Muertos

viernes, 11 de diciembre de 2015

Maduro pero verde, Cenicienta Kirchner, senil ocaso.



Cayó la Kirchner, pero no calló. Cayó Maduro a pesar de estar muy verde. Y salió a la palestra Fidel, a defender al ángel caído. Esta vez el pajarito de Chaves no apareció para dar ánimos, así que podrían haber tenido un poco más de humildad. Pero lo que me molesta de verdad es la actitud de Castro. Definitivamente la muerte es una bendición necesaria, porque quienes duran demasiado demuestran hasta qué punto se puede hacer el ridículo. Y si todos fuésemos eternos acabaríamos pasando por ese aro. ¿Como puede ese Fidel que fue héroe, intelectual, hábil y leal mandatario, a la vez que realista y pragmático apoyar a ese perro pachón de Maduro? ¿Conspiraciones «imperiales» para hundir Venezuela? Venga anciano, Venezuela ha demostrado muy bien ser capaz solita de ponerse hasta el cuello de fango. La culpa no es de Darth Vader, simplemente es que Maduro , además de estar muy verde, de ser un ignorante oportunista y malhallado, ya no tiene «la fuerza» a su lado. Y no es que se haya vuelto caballero oscuro, que de lo primero no tiene ni un átomo.
Tras mis sucesivos desencantos con Cuba, a través de mis viajes como antropólogo y a mis experiencias, ajusté cuentas definitivamente con su modelo de sociedad decadente en mi extenso ensayo «Escisión y formación de conciencias ante el proselitismo neoliberal. Un ejemplo paradigmático en el caso de la Revolución Cubana hoy, vista desde ambos lados: comercio, sexo y tecnologías de la comunicación» , incluido en el libro «Cultura vivida, cultura sentida: Construcción de identidades en el mundo globalizado» editado ese 2015 por editorial Ybris con motivo del 55 Congreso Internacional de Americanistas. Como explico allí, Cuba supone una crisis existencial para mí pues desintegra un paradigma y una utopía sin dejar apenas resquicios para la esperanza. Pero mi aprecio por Fidel se mantenía, uno que no tuvo nunca Chaves a pesar de que su primer ascenso al poder me pareció positivo, como tampoco lo tuvo nunca Morales aunque inicialmente por su indigenismo me pareció positivo también su encumbramiento. Hoy ya es cierto que ni el indigenismo me parece positivo. Que el socialismo de siglo XXI ha demostrado ser una religión para iluminados a lo sociata, analfabetos de métodos malsanos e intenciones poco claras. Todas estas cohortes de malandrines no hacen sino ridiculizar los esfuerzos de quienes pensaron que daban sus vidas por algo y malhograr más las revoluciones que los contrarevolucionarios.
Pero tú Fidel, siempre te había admirado. Empieza a caer para mí tu mito. Debiste permanecer callado, como estos meses pasados. Tú que tan bien has sabido escribir a veces, si, que tus críticos habitualmente ni te han leído ni tienen cultura suficiente para aproximarse a algunos de tus trabajos. De verdad compañero que este es el último descalabro.

Atentado en Kabul


Explosiones cerca de la embajada española en Afganistán ... ¿pero tenemos allí una embajada? ¿para qué? ¿para qué diablos? ¿para fomentar el turismo? ¿para dar visados ...? Muchos se habrán enterado hoy de que teníamos allí cuerpo diplomático acreditado, y no hay que culparles, porque entre aquellas arenas , cabras y mierdas ¿qué pintamos? Exactamente nada, como nada pintábamos en aquella guerra supuestamente terminada hace década y media, tan terminada como terminados nos dijeron estaban los talibanes, que aún medran. Con Afganistán comenzó todo, pero no en esta invasión, sino cuando se empeñaron en querer perjudicar merced aquella tierra a la unión Soviética, cambiando gobiernos de tradición ilustrada por muyahidines, de aquellas arenas estos lodos, o dicho con mas claridad de aquella escoria estas mierdas. Intentad repetir la hazaña en Siria amigos de las primaveras (neo)liberadoras, a ver si nos cargamos de una vez todo el planeta.

El caso es que llegada la noticia, salieron rápidamente a la palestra nuestros políticos , el «guarrón» Margallo (léase por qué tal descripción en mi artículo al respecto) aclarando rápidamente que el ataque no iba dirigido contra la embajada ... que los españoles no eran el objetivo, sino los que los talibanes llaman «invasores». Pero mentecato ¿qué importancia tiene eso? Explícaselo a los 4 hijos del policía muerto, que ha muerto además por nada, de pura mala suerte, según dices, ya que ningún mal se pretendía contra él. Vamos, que los intereses españoles allí no están amenazados ... No se puede ser más chabacano. Todo el que no pertenezca al ideario talibán está allí amenazado, pero mucho más si es de procedencia occidental, y si no han ido a por los españoles, quizás será porque son los que menos pintan de la misión internacional. De eso a pretender poco menos que allí estamos entre amigos ... pase allí la Navidad Sr. Ministro, y festéjela abiertamente, y verá los avances democráticos, de tolerancia y derechos humanos que gracias a la intervención extranjera ha habido en Afganistán en las últimas décadas y compruebe in situ los amigos que puede hacer. Y tenga cuidado, no vaya a ser que siendo abatido no fuere causa de abatimiento.

ORPHANED LAND OF STUPIDITY




Hoy vi al sr. Kobi Farhi, de la banda ORPHANED LAND, quién se autodenomina «luthier» por su afición más bien frankensteiniana a cortar instrumentos por la mitad y pegarlos con cola de carpintero (así es como parece que se construye su mitad guitarra , mitad bouzouki. Dijo que su «música» une culturas, porque van a verlo supuestos «enemigos» , en referencia a los «árabes» a sus conciertos ...

Tal chabacanería toca realmente las narices: ¿acaso crees que un terrorista musulman no usa vaqueros, no oye rap, no consume alcohool y no utiliza tecnología occidental tranquilamente antes y después de cometer sus atentados? Como decía Huntington en su célebre Choque, y Huntiongton cada vez parece mas listo en este mundo de idiotas, uno de esos tranquilamente suelta el casette y se va a poner bombas entre rap y rap y en vaqueros. Pretender que la asimilación de rasgos superficiales y consumistas de la cultura conlleva algo más íntimamente profundo es una estupidez. Más aún en su caso, Sr. Kobi, porque su cultura de usted, no es muy diferente, sus letras sus canciones se regodean de temáticas místico religiosas basadas en el antiguo testamento. Usted tiene mucho en común con sus «enemigos» tanto que para alguien como yo con más distancia en muchos aspectos se me antojan idénticos. Pero eso no les unirá más, como no unirá a chiíes o sunnies.

El arte no une, no , el arte tiene la curiosa capacidad de hacer que el depredador se regodee de la víctima como el gato jugando con el ratón ¿acao cree Sr. Kobi que el blues no gustaba a los hacendados norteamericanos? Claro que sí, por eso existía. ¿Acaso tuvo negado el acceso a la música Scott Joplin? Claro que no, esos negros hicieron su música, eso sí, como monos de feria, aún hoy lo siguen pareciendo, cuando se asoman a los escenarios vestiditos a las maneras que sus antiguos amos gustaban de disfrazarlos, para hacer más vistoso el espectáculo. ¿Acaso el revivalimo del Rock & Roll no estuvo íntimamente unido al racismo más ortodoxo y al clasismo y supremacismo blanco más angosto de los estados sureños? Por favor ... ¿Crees que los nazis nunca escucharon a intérpretes judíos? Claro que sí ... si lo hacían bien y música de su interés, eso no les impedía deportarlos o catalogarlos como elementos a extirpar de su sociedad. ¿Crees que un racista no sintió nunca atracción sexual por alguien de la otra raza, o que no consumó sus deseos ? No me jodas ... También tu usas un instrumento griego, y no tienes nada de heleno.

sábado, 4 de julio de 2015

Memorias del Capitán Lillemark: Sobre la soledad


Tuve unos padres tan magníficos y socialmente apreciados, tan comprometidos, que nunca tuvieron tiempo para darse cuenta de las violaciones de cuerpo y mente que estaba soportando. Eran tan diplomáticos y respetados, que, que no hicieran por mantener su estatus, incluyendo silenciarme o colaborar en mis agravios. Empezaron temprano y fueron muy intensos, se pierden en mi mente, no puedo recordarlos, pero por fortuna quedaron cicatrices, que me demuestran que no eran pesadillas sino reales estragos.

Siempre fui socialmente inaceptado, mi especial capacitación hacía que todos me odiasen. Era menor que todos, siempre, y entre todos se hacían cargo de los maltratos. Mis padres tenían misiones tan importantes, que no se daban cuenta , pues siempre estaban mirando a otro lado. Así fue mi infancia y la escuela, hasta que cambiaron las tornas y me volví yo el bárbaro.

Tuve un amigo muy grande, de esos tan grandes, que tanto valoran la amistad, que por seguir creciendo en número sus amistades, olvidan al que ya tenían y lo dejan de lado, recurriendo sólo cuando lo necesitan para algo. Tuve que comprender tardíamente que no existen amigos, sino coyunturales aliados.

Algunas mujeres me han amado, algunos hombres lo han intentado. Ninguno quería perderme, por lo que tenerme significaba. Pero nadie me quiso nunca sin esperar algo a cambio. He descubierto con amargura lo que significa el «Amor» y que había sucumbido a estrategias y engaños.

El día que descubrí que ya no quería vivir, tuve que arrojar la soga, porque ya era demasiado tarde, ni morir tranquilo dejan a un hombre, pues los compromisos y obligaciones que ha adquirido, no le permiten ser libre para intentarlo.

Así empezó mi carrera de aventuras, solitarias y audaces, pues un mal desenlace no sería mas que una justa venganza y una liberación de este trance. Ahí está el origen de la valentía del Capitán, con la experiencia como objeto de tortura, bien entrenado y la audacia de quién no teme el final, el territorio para mis acciones estaba abonado.

Se que mi muerte será llorada, muy llorada por aquellos que sufrirán el que no hubiera antes acabado. Llorada también por los que perderán algo y en última instancia, por los menos perversos, los que quizás se den cuenta de que no fue justo nuestro trato, y que aunque no han perdido nada, por ya no tenerme, podrían haber perdido algo.


lunes, 15 de junio de 2015

Carlos Floriano hace públicas en un desliz las prioridades del PP: Luchar contra la democracia



Hoy, esta misma noche, en el canal 24h de TVE, el Sr. Floriano, se permitió echar, valga la redundancia, rancia rebuznancia, esta linda flor: el partido Popular se toma muy en serio y ha sido el único partido que ha demostrado tener el objetivo claro de luchar contra la DEMOCRACIA. Sin duda el buen Señor, ha leído a Bueno, el Sr, su ensayo sobre el fundamentalismo democrático, y ha hecho suyas hasta el extremo algunas de sus ideas, pues más vale el sayo de un viejo filósofo desmemoriado, que las mejores galas de un político gorgojo.

Y no es menos chistoso que ni uno sólo de los contertulios, esos voceros mal llamados periodistas, que como perros bien criados chupan no solo las manos, sino los ... de sus señores amados, bien adiestrados. Y que sin sorna ni vergüenza, con soniquetes reiterados difunden sus pestilencias, haciéndolas pasar por fragancias, ante un público ignorante, ávido de nulos argumentos y mayores falacias, haya apuntado al error malsano, que ha evidenciado, como sueño digno de análisis freudiano, la verdadera consideración del pueblo como masa, tan española como orteguiana. Tan centrista como nos quieren hacer creer pero tan trasnochada. Tan propia de una democracia simulada como la filosofía librecambista moderna pasando por ciencia social consolidada, como si fuese dogma, religión a la carta de un élite endiosada, proselitista y chabacana, pero difundida en los medios hasta calar en las almas de nuestras clases diluidas (inexistentes nos dicen ya) emponzoñadas con sueños europeos a la americana y vanas esperanzas, que habrán de enfurecerla cuando se revelen sin toda su cáscara y dejen ver su hedor, podrida está, la casta, Podemos, decirlo.

Luchemos contra la democracia, como ha dicho el Sr. político, convocando elecciones ficticias (pues ¿hay algo que elegir?) ¡por España!.

martes, 26 de mayo de 2015

¿Es una pájara, un pájaro bujarrón, es el ministro más gallo, es un cabrón, o simplemente Margallo atolondrado y guarrón?

Estupefacto asistimos a las guarrerías gubernamentales, que no tienen ya parangón en los archivos nacionales. No es suficiente ya hacernos vomitar con discursos cansinos, sandeces incontrastables que no auguran ningún buen destino, y reiteraciones absurdas que no por más dichas, son más reales en contenido, para nuestra desdicha. Es bien sabido, que nos gobiernan anormales.

Así empezamos, ataviado y socarrón, hoy me encuentro en 24 a un ministro boquerón, que no siendo suficiente con dormir y despertar, solo para aplaudir a su señor feudal, Marranillo el Corto, dicen que de BurrosRey, se entretiene una y otra vez, con diligencia nada sutil, en meter cuantos dedos caben , en su asquerosa nariz, buscando seguro un consuelo, o algún resto de seso, que aún no haya escapado, de tamaño burrezno, que como ministro nos han endosado.

Y no cesa mi estupor, al ver como continúa, bostezando  y acurrucado en el escaño, el que ocupa con escarnio, el muy hijo de P.p. Que no se percata, con su inteligencia de alpargata, que las cámaras le enfocan, ¡ay periodistas! Que lata ...

Quede así registrado en las hemerotecas, que puede haber ministros muy cerdos, aunque los presida el Sacamantecas, y tengan los visitantes en el día de apertura tan afamado, la suficiente precaución, pues no sólo de mierda se nutre el congreso y el senado, sino también de mocos , que sin ninguna duda, por debajo de los asientos escaños, se encuentran con habilidad distribuida, para que quepan todos los acumulados, por sus señorías durante 37 sépticos años.

¡Oh! Que gusto da así oír a Iglesias y a Rivera, este domingo tan afamados, decir que limpiarán las instituciones, ahora entiendo sus programas y hasta los comparto. Límpiense sus mocos señorías, con la Constitución aunque sea, que sirva de algo. Que ya sabemos que para sus delicados culos, es demasiado duro el papel timbrado.

martes, 24 de marzo de 2015

Tragedia aérea en Francia, sospecho de atentado terrorista

Si, sospecho atenor de la descripción de las maniobras y el comportamiento del piloto, que a tenor de mis conocimientos sobre el tema me inspiran todo tipo de recelos: volar tan bajo, de forma que parece premeditada, salirse del campo de actuación del radar, no comunicar la emergencia habiendo tenido tiempo de sobra para ello, ir a caer en una de las peores zonas posibles ... son muchas coincidencias, aparte el hecho notorio de que el avión ha tenido tiempo para maniobrar y descender ordenadamente, no estaba simplemente cayendo.

Hace tiempo, desde mis años de estudiante de filosofía que vaticino una gran conflagración a escala planetaria, protagonizada otra vez por Europa. Incluso me atreví a situarla en torno al 2020 por extrapolación. Si se confirmase que esto ha sido obra de un atentado, y del tipo de atentado que todos tenemso en mente, el giro hacia las políticas de los años 30 se vería acelerado, y se incrementaría la percepción en la población de lo ajustado de aquellos planteamientos. Quizás el fatalismo de Tucídides se cierne de nuevo sobre nosotros amenazadoramente y si no hacemos algo se reproducirán las condiciones y sus consecuencias. Poruqe acciones como las que sospecho que han sido la causa de este accidente, no pueden quedar sin respuesta, y la respuesta hoy en día con más razón si cabe no puede ser sino global. Y ese holismo político y globalidad peligrosa ensayados por Europa, puden volver en cualquier momento, y especialmente propicios son los periodos de crisis, el mejor momento para tomar sin duda la «conciencia del enemigo». Creo que estamos en la antesala del paso del liberalismo extremo, anodino e ingénuo al campo de exterminio.

domingo, 22 de marzo de 2015

Prefiero ayudar a Grecia

Tanto que se ofenden muchos ... pánico que tienen de que se vea una alternativa.

¿Qué si no destruimos completamente Grecia, y la subastamos desguazada perderemso cada español 500€? ¡Ja, ja! Esos los hemos perdiddo ya

Lo que perderá Europa si se siguen privatizando monumentos, costas, restos arqueológicos (toda Grecia lo es) de valor cultural inponderable, es la propia identida. Me importan un pledo esos 500€ (pago mucho más de IBI) y el doble y el triple, si puedo volver algún día al museo de Atenas, sy puedo volver a Delfos, si puedo volver a la Acrópolis, si puedo recorrer ese fabuloso país de extremo a extremo y embarcarme haci sus islas para soñar con el momento histórico en que cambió todo.

Dinero para nuestros politicuchos, ninguno, para nuestra realeza, lo mismo, pero ¿para Grecia? Además ellos no nos deben nada, han sido los mismos que nos desmantelarań a nosotros ( y ya han comenzado y se afanan) los que han generado sus deudas. No es el pueblo griego, sino cierta clase social transnacional. No les podemos culpara a ellos de que estos lo hayan logrado. Hay que ayudarles a desembarazarse, mientras nosotros también nos desembarazamos, nos va nuestro futuro ... y nuestro pasado.

Elecciones Andaluzas 2015

No quiero votaros, sino botaros.
¿Por qué ir a votar si lo que quisiera es ir a botar, sobre una cama, acompañado?

Con gusto botaría un barco, para meter en él a todos vuestros votantes, y hundirlos a saco.

Votar es de botarates, porque, legitima el juego.
No queremos nuevos partidos de este juego, queremos jugar a otra cosa.

Creo que voy a Potar, potaré al PSAO, por pesado y por acabado, y al PT por petado. Quizás potaré con POTEMOS, no potaré a los de IU, porque hace ya una dećada que no se sabe ni dónde encontrarlos. Ni a los Andalufascistas, por aprovechados.

Potemos, palabra del Señor.

sábado, 21 de marzo de 2015

Caídos

Escuchaba hoy al presidente de la asociación de desgraciados, porque digan lo que digan, no son mejores que nadie (sólo eso ya es lo que nos faltaba por oír) ni sus familiares son privilegiados, ni es un don el síndrome de down.
Está muy bien insistir en que ellos necesitan un trabjao, y oportunidades, claro que sí, nadie lo discute ¡como exactamente todos los demás! El colmo del idealismo nos está llevando a pasar de la «discapacidad» como defecto, como desgracia, al superpoder de la discapacidad. Los desgraciados, repito que padecen esté síndrome , u otros males (escuchaba al homólogo de una asociación de ciegos decir que ellos tenían una mejor percepción en muchos aspectos superior y que por lo tanto sus sentidos iban mucho más alllá que los de los «normales», que su deficiencia en realidad era una mejora evolutiva, como podía ser la la de los quirópteros ¡venga ya!) .

Las minusvalías en sí mismas no son nunca una «ventaja». Y  cambiarles el nombre, como ahora pretenden también (resulta nada menos que han conseguido que la Real Academia de la Lengua, modifique la definición, para no resultar peyorativa, ya no hará referencia a cierto retraso mental ... , se prohibe cualquier mención comparativa, que bonito, es lo que trae la democracia aplicada al método científico, que nada debería tener que ver con la política), no hará que la realidad cambie desde luego, de nuevo estamos ante una falacia naturalista: el problema al que se refieren de la discapacidad, en cuanto a derechos, es ético y no de identidad cientifica, si esta fuese tal, no existiría la cuestión, pero pretender que no existe la «diferencia», llevará a funestas consecuencias en un futuro cada vez menos dominado por la ética, ante la imposición de la realidad. Pretenden a lo Ray Brasdbury y a lo Orwell modificar nuestro lenguaje, para así poder modificar la realidad. Como esa otra estupidez del «todos y todas», aplicando diferencias de género para despues unificarlos, donde no las había, o esa chabacanería del «emprendimiento» para definir a los empresarios, para tratar de converetir lo que era un empresario en la categoría de un proletario desesperado. SI, no cambiemos la realidad, ni los conceptos, cambiemos sólo su nombre. Y esperemos si somos ingenuos, incautos y estúpidos en el mejor de los casos, que con ello cambie la realidad. En el peor, simplemente esperemos que con ese maquillaje, los problemas queden relegados, escondidos y no se planteen, para que sigan perviviendo.

Lo siento señores amigos y familiares de personas con síndrome de Down, tengo una mala noticia para ustedes, y la tiene la ciencia: ellos no son superhombres, no ha ndesarrollado superpoderes y no valen más que los demás, su característica no proviene de una elección divina, es un fallo mecánico en la replicación de los cromosomas. Algo se torció cuando fueron concebidos, y la mayoría de padres que han tenido un hijo así, habrían hecho todo por que no les hubiera tocado. Enfermizo seria precisamente lo contrario.

Y ya puestos ¿cuando una especial consideración para los superdotados y la supercapacitación? No sólo no la hay, antes al contrario, sino que peor que en la ciudad de Hermodoro, se les sataniza a veces directamente, implícitamente otras, pero con descaro.

El problema del tratamiento de la discapacidad, concluyendo, es un problema ético, y pretender que la forma en que se ha de tratar a los discapacitados tiene algo que ver con algo que no sea la ética, es un absurdo. Es como la «igualdad de géneros», se trata de un problema ético. Nada más (y nada menos) pero trascender el plano ético al natural, pretender que una macho y una hembra son lo mismo, es igual que negar toda la historia evolutiva a escala planetaria, y de paso la Antropología Social. Saltar del plano étido al ontolóigico, es la falacia naturalista mejor arraigada, y ni el microscopio de Hume parace habernos librado de ella.

Y luego está la paradoja ... porque si la igualdad de trato depende de la igualdad psicofísica ... ¿qué sucedería si se demostrase que tal igualdad es quimérica? ¿se justifica entonces la diferencia de trato, no? Esta es la paradoja que no parecen ni siquiera entender, que a sensu contrario todos estos argumentos falaces pueden ser arma de doble filo y usarse por bandos contrarios. Ética y genética, no se justifican directamente la una en la otra. Así como el mundo existe con indiferencia de la ideología de sus habitantes. Por mas que el idealismo se reafirme con más fuerza en estos instantes.

martes, 3 de marzo de 2015

Abogados

Ciencia y Derecho: Antes prefiero un Avogadro que 1000 abogados


                                                         ***

Abogado que te coge el  teléfono en la mañana, ni tiene trabajo, ni ganas.

Abogado que te coge el teléfono en la mañana, ni es abogado ni es nada.

Abogado que no hace kilómetros en moto, no trabaja mucho y de pleitos pocos.

Abogado que no se desplaza a largas distancias , ni tiene nombre ni apenas trabaja.



Abogado que rehusa un pleito justo y necesario, es tan mezquino como el que induce uno infundado corsario.

Abogado que te coge el  teléfono en las mañanas, ni tiene trabajo, ni gana.



Solidaridad y Ecología: de la estupidez palmaria a la ingenuidad tardía. El Ebro.

Bueno, Sr. Solidaries (que ya es gilipollez redundante lo de solidarios y solidarias), mientras se ahogan todos en el Valle del Ebro, incluso el ganado no político (por desgracia) que nos desgobierna, vemos con sorna como el Sr. (Sr. por caballerete) Pedro Sánchez, se pasea apelando a su altísima calidad de líder de la oposición (al Grupo Mixto, pues misto está heco su partido y misto él mismo). Dice el «soso-dicho» que es culpa del presente gobierno que se inunde el valle. Ejém. Es culpa de muchas cosas, pero una de ellas es la legislación medioambiental que impide dragados y ciertas obras, de la que es muy responsable el Partido Soez Obnubilente y Execrable que es el PSOE. CUklpables son sin duda los «bienintencionados partidos ecologistas (¿de verdad lo son, hace tiempo que realmente no lo creo) que creen que van a mejorar y construir un mundo nuevo a base de devolvernos a los humanos a la Edad Media (y nuevo será, si, pero con viejos preoblemas) y a los propios intereses locales.

Causa risa hoy ver que en nombre de la ecología, mientras se ahogan puyeblos enteros, se haya impedido corregir y ordenar los cauces mediante limpiezas , canalizaciones y dragados (¿no vakían nada los bosques y campos inundados? o acaso más sencillo e impactante ¿no valen nada las personas afectadas?) Pero ojo que las víctimas por serlo no son siempre inocentes ¿QUé decir de los trasvases? ¿No se armó tanta guerra para que no saliera del Valle ni una gota de agua que se destinase a regar otras comarcas? Pues ahí tenéis amigos, a nadar en ella, que ahogarse con gusto, no es nada.

viernes, 20 de febrero de 2015

LA VERDAD SOBRE UCRANIA: ATAQUES DE MARYUPOL: POR UN PERIODISMO SIN SECTARI...

LA VERDAD SOBRE UCRANIA: ATAQUES DE MARYUPOL: POR UN PERIODISMO SIN SECTARI...: El pasado 23 de enero, el mundo occidental quedaba conmocionado ante la trágica muerte de cerca de 30 personas en Maryupol, supuestament...

martes, 10 de febrero de 2015

Ucraneanos

Hoy deberíamos llamar U-Cránea a Ucrania. Y a su gentes ucraneanos, porque a todas luces son gentes sin cabezas. Dónde otrora despuntaban astronautas, científicos, artistas y atletas, ahora solo quedan desertores, neofascistas y revisionistas históricos interesados en fomentar un aldeanimso político a la medida de unos pocos, mientras borran toda la «memoria histórica» como otros tantos nacionalismos incipìentes para crear un relato a su medida. Y no tienen pudor en reclamar como héroes a aquellos que si no hubiera aplastado  el Ejército Rojo, no sólo habrían barrido con todso y cada uno de sus hombres sino con gran parte de Europa (no confundir con la hedionda Unión Europea). Y esa hedionda Unión Europea, de la que por desgracia formamos parte, y que no debemos confundir con Europa, que es otra cosa aunque traten de hacérnoslo olvidar, riendo las gracias a esos neofascistas criminales , que bombardean comedores, hospitales, residencias de ancianos, colegios y modestos barrios, para provocar el terror de los que a diferencia de ellos, todavía recuerdan un pasado. Esta Europa falsa y apestosa tiene que disolverse de una vez, para dejar paso a la verdadera. Esperamos que así sea, pues la alternativa será la disolución en la nada, como mera mercadería desbastada y devastada.

viernes, 30 de enero de 2015

Mérito castrense póstumo

Hoy dan sendas medallas a un cabo muerto en acto de servicio, en el Líbano. Siempre dan esas medallas a los muertos, medallas al «mérito» dicen. Pero ¿no tiene más mérito, quien siendo capaz de cumplir sus misiones durante años, sin amilanarse, con valentía , además sobrevive?. ¿Por qué tienen más mérito los muertos? ¿Por los mismo que los desgraciados o los «pobres de espíritu»? Los que estában en mal sitio en mal momento ¿han de ser premiados por ello? ¿bienaventurados los infelices y los malogrados por el mero hecho de serlo? ¿son héroes los que encuentran una muerte que no buscaban y mueren sin sentido porque nada especialmente hacían sino estar en mal sitio cuando sucedieron los hechos?, Este es otro prejuicio cristiano, un ejemplo de los estragos de discursos como el Sermón de la Montaña que llena de prejuicios la moral bipolar que lo ve todo en términos binarios: los malos y los buenos. Y que apostilla con el pensamiento de que las víctimas son siempre buenas, cuando la mayor de las veces no son nada o un instrumento. Otro prejuicio más , el más perverso, como ya dijera Nietzsche, el de pensar que los mártires, tenían siquiera una pizca de razón, o de legitimidad especial, por el mero hecho de serlo. Cuando nada se es por ser muerto.

martes, 27 de enero de 2015

Rojo Puta

Hace cerca de 5 años, alguien (femenino) me explicaba lo que es el rojo puta, uhm. ¡Qué desilusión! Me aclaraba y no terminaba de entender el porqué, pues es el color del carmine que tanto me gustaba en labios de mujer. Hoy en cambio, ante una espuluznante visión dantesca lo he comprendido por fin: He visto a Soraya Saénz de Santamaría ¡Santa María! en los informativos para teleinvidentes , de tertuliana torturiana. Al ver como ha trastocado su rosa infantil, tan infantil como su malicia natural, impremeditada, me di cuenta: ahora lo veo, rojo, puta. Y casi ha cambiado mi gusto, del susto. Afortunadamente, y aunque no está de moda ser galán en España, basta flirtear con una zagala bien ataviada, para olvidarse de las alimañas.

domingo, 25 de enero de 2015

La vuelta de la Polis y la lucha contra los bárbaros

La polis resurge, los bárbaros que asolan Europa volverán , con un poco de suerte y mucha tenacidad a ser expulsados.

lunes, 12 de enero de 2015

Mas estúpido que nunca, Mas.

Mas estúpido, Mas, se desplaza a Francia, el señorito, con su feudo imaginario recién estrenado y ya estropeado, Mas perseguido y Mas apenado, Mas no por eso con menos desparpajo, y se permite hablar de «libertades colectivas» pasando Mas por encima de derechos fundamentales y básicos. Mas estúpdo y Mas rancio. Mas no tiene vergüenza de querer sacar tajada del terrorismo de otro etnocentrismo, Mas apestoso, Mas no mucho menos fundamentado por sus lacayos.

(Del ridículo de Artur Mas tras los atentados «islamistas»,no, islámicos, en Francia)

domingo, 4 de enero de 2015

Reflexiones etnográficas de una experiencia en Massawa, Eritrea

fuente:

Gazeta de Antropología, 2009, 25 (1), artículo 20 · http://hdl.handle.net/10481/6871 Versión HTML  ·  Versión PDF
   Publicado 2009-05
Reflexiones etnográficas de una experiencia en Massawa, Eritrea
Ethnographical reflections on an experience in Massawa, Eritrea




RESUMEN
El siguiente trabajo pretende exponer a través de las notas de campo, el papel de la investigadora en el proceso etnográfico de recogida e interpretación de la información, y a la vez, apunta algunos resultados emergentes del proceso de observación participante y entrevistas individuales llevadas a cabo con mujeres eritreanas (África) en el contexto de una ONG. En los resultados emergentes resalta a) la emergencia de subjetividades diversas entre investigadora e informantes, la autoridad de la etnógrafa, la representación del "otro"; así como la cuestión de la construcción de las identidades de las mujeres eritreanas.

ABSTRACT
The following work seeks to explain through field notes the role of the researcher in the ethnographic process of collecting and interpreting information and, at the same time, describing results that emerged during the process of participant observation and individual interviews made with Eritrean women (African) in the context of an ONG. In the emerging results a) the emergency of the diverse subjectivities between the researcher and informants, the authority of the ethnography, the representation of the “other”, as well as the question of the construction of the identities of the Eritrean women.

PALABRAS CLAVE
notas de campo | etnografía | mujeres | Eritrea | Etiopía
KEYWORDS
fieldnotes | ethnography | women | Ethiopia


Introducción
Este trabajo recoge algunos elementos claves de un estudio etnográfico, realizado con un grupo de mujeres eritreanas (África). Se pretende mostrar una etnografía reflexiva en donde se destacan dos dimensiones: por un lado el papel, la posición de investigadora etnográfica y el proceso por el cual se van construyendo sus datos. Por otro, destacar algunos contenidos culturales y sociales emergentes en las relaciones localizadas en ese contexto. Ambos aspectos no son desarrollados en profundidad en el texto, pero sí que se muestran conectados tras la inmersión etnográfica que se realiza. Partimos de perspectivas socioconstruccionistas (Ibáñez 1994), etnometodológicas (Coulon 1988) y microsociologías (Knorr-Cetina 1984), de manera que concebimos el proceso de investigación como la base donde se van construyendo los objetos y sujetos del relato, los elementos culturales, de manera que focalizando la mirada sobre el desarrollo del proceso y en un marco de teoría socioconstruccionista, podemos acceder al conocimiento situado (Haraway 1991) del grupo o sociedad objeto de investigación.
El estudio se realizó en Massawa. Massawa es un lugar infernalmente maravilloso, y lo de iniciar allí la investigación es producto de un conjunto de elementos que confluyeron azarosamente. El resultado fue una etnografía realizada durante el periodo de enero de 2002 a abril de 2003, dieciséis meses, en los que se pretendió un conocimiento sobre la cultura eritreana, sobre sus prácticas cotidianas, sobre sus formas de vida, y a la vez, tener conciencia del lugar ocupado por la persona que escribía el relato etnográfico, y sobre la forma de producirse ese relato.
A continuación la etnógrafa desarrolla en primera persona una serie de interrogantes y respuestas que pretenden dar cuenta de los objetivos:
Pero, ¿por dónde empezar?
¿Y que sabía yo de Eritrea?
¿Cómo fue el inicio del trabajo de campo?
¿Qué propósitos tenía?
¿Qué identidades y subjetividades fueron emergiendo en la relación?
Problematizar algunas identidades.
 
Pero, ¿por dónde empezar?
Me encontré con la posibilidad de involucrarme en un grupo de mujeres que trabajaban dentro de una organización no gubernamental: el grupo de mujeres de Flamingo Park, una cooperativa que se dedicaba a la plantación y uso de los productos de mangles, fue el principal contexto del trabajo de campo y desde el cual pude abrirme espacio a otros contextos. Emprendí entonces la labor de la etnógrafa primeriza y a zambullirme en lo que para mí eran sus quehaceres; comencé a hacerme preguntas, preguntas sobre todo lo imaginable, desde qué era lo que quería investigar y cómo lo haría, hasta preguntas más específicas sobre contenidos y prácticas culturales determinadas, cómo aspectos de su vida doméstica, sobre su identidad tribal o étnica, religiosa, etc.
 
¿Y que sabía yo de Eritrea?
Ciertamente casi nada. Por Kapuschinski sabía que era un lugar desolador y muy caliente, por Internet y por alguna otra fuente, encontré alguna que otra información como el hecho de que Eritrea se encontraba bordeando por el este al Mar Rojo; al oeste sus fronteras lindan con Sudán, en el sureste con Yibuti y finalmente, en su frontera mas problemática al sur, con Etiopia, país del que apenas había logrado independizarse después de una de las guerras más sangrientas y largas de la historia del continente africano: treinta años, para conformarse como el país más reciente de África, el 24 de mayo de 1993, apenas 12 años.
Por lo que pude enterarme la guerra había tenido efectos devastadores en Eritrea, alrededor de 60.000 personas habían perdido la vida; se estimaba que habían quedado, después de la guerra, 50.000 niños sin padres y otras 60.000 personas habían quedado discapacitadas. Era el segundo país más pobre del mundo, según informes del Banco Mundial (1).
Antes que nada tuve que reajustar muchos de las opiniones o juicios con los que contaba; la percepción que tenía de Etiopía no era exactamente de poderío sino todo lo contrario, mantenía la idea de un país hundido en la miseria, devastado por las hambrunas y por las terribles sequías que causaban movilizaciones masivas de personas que se veían obligadas a cruzar casi todo el país en condiciones brutales para llegar a las zonas donde la ayuda humanitaria se encontraba acumulada. El imaginario que me había construido de Etiopia se reducía a las imágenes televisivas de niños con el vientre hinchado en medio de un enjambre de moscas. No sabía que ante los ojos eritreanos el panorama era muy distinto; Etiopia era el país que le subyugaba y oprimía, del que Eritrea tuvo que liberarse a base de enfrentamientos extraordinariamente desiguales (2).
La diversidad cultural eritreana se debía a las nueve tribus que la conformaban. En la parte alta del país estaba asentada Asmara, donde se concentraban la mayoría de personas que hablaban tigrinya, lengua oficial de Eritrea (3). Cuando llegué a Massawa todavía no sabía distinguir una tribu de otra, para mí la gente confluía en una sola imagen sólida de “la cultura eritreana” (recurrente en las conversaciones sobre identidad cultural y nacional), y aunque entreveía una gran diversidad cultural, no tenía detalles de aquellas diferencias. Ello me fue despertando una creciente curiosidad.
El país estaba totalmente militarizado, podían verse soldados y militares por todos lados y casi a todas horas; A esta lamentable imagen hay que sumarle la pobre infraestructura y los pocos recursos naturales -las sequías y la gran desertificación habían provocado la tala de árboles y una terrible carestía de agua-, que hacían la vida verdaderamente hostil.
En aquellos momentos estudiaba un doctorado en la Universidad Autónoma de Barcelona y se me presentó la oportunidad de irme a Eritrea; Omar, mi pareja, estaba viviendo en Massawa, llevaba seis meses trabajando en un proyecto de agricultura sostenible, así que decidimos que la mejor idea era que yo pasara el verano en África. De esta forma, tendríamos un tiempo para estar juntos y yo podría trabajar en mi proyecto de investigación. Una vez en Eritrea, los planes cambiaron; el tiempo de mi estancia se alargo, la única explicación que encuentro es simplemente, que Eritrea me hipnotizó…
La antropóloga Coffey (1999) sugiere que la extrañeza y la no familiaridad con la cultura, es una preliminar a otro periodo de conocimiento de la cultura y de sus propias prácticas. Extrañeza que implica un extrañamiento del self y de lo que el etnógrafo dejó atrás. El desplazamiento del etnógrafo a los márgenes de una cultura ajena, la posición social de desconocimiento se considera una preliminar para alcanzar el logro heroico del entendimiento posterior en el centro de una cultura. El dilema de la familiaridad viene después, cuando el etnógrafo empieza a vivir, trabajar y a ser parte del contexto.
 
¿Cómo fue el inicio del trabajo de campo?
Al comenzar, me sumergí en un océano infinito de preguntas. Había algunas que se volvían más recurrentes que otras; siendo mi primera experiencia de hacer trabajo de campo, con el terror y las ansiedades que esto pueda implicar y las constantes preguntas sobre mi posición como investigadora: ¿quién era yo en el campo?, ¿qué estaba haciendo?, ¿para quién estaba escribiendo y sobre quién?, ¿cuál era mi relación con los informantes?, ¿en qué radicaban mis diferencias con los “otros informantes”?, ¿estas diferencias eran culturales o había otro tipo de diferencias?, ¿cuáles eran las similitudes?, ¿cómo me presentaba yo ante mis informantes? Fue a partir de la interacción con estas personas, de las preguntas que yo me formulaba, así como de las que ellos y ellas se hacían, intentábamos juntos dar coherencia y significado a esta relación.
Recuerdo que Geometra, un amigo eritreano, a los pocos días de mi llegada a Massawa me preguntó la opinión que tenía sobre Eritrea; en ese momento era incapaz de percibir aspectos negativos, el hecho de que todo fuera tan diferente y exótico le daba a Eritrea una belleza indescriptible. Me parecía un país increíble, cada día que pasaba era un descubrimiento nuevo, cada detalle, cada persona que conocía, cada camello que pasaba, cada oportunidad de comer algo desconocido era para mí una ocasión única, Ahora que reviso mi diario de campo y pienso en retrospectiva, no creo que Geometra me hubiera creído aquel día, posteriormente tuvimos muchas y largas discusiones acerca de lo afortunada que era yo de ser mexicana y no haber nacido en África, y muy especialmente, en Eritrea.
Después de haber estado una semana en Massawa y sin casi salir del departamento más que en ocasiones contadas por el terrible calor (4), me enteré que había una comunidad de mujeres que trabajaba plantando manglares a orillas del Mar Rojo, en el proyecto de la granja: Flamingo Park. Decidí acudir allí (5).
a primera vez fue impactante, la recuerdo como si hubiera sido ayer, bajamos del automóvil y cruzando por el camino llegamos a Flamingo Park, desde el camino se podían ver unas casuchas de palma y toncovet (6), al acercarnos entramos a un espacio abierto, techado también de toncovet, en el cual estaban dispuestas unas bancas como en un salón de clase, había una pizarra con algunas fotos viejas y descoloridas de las mujeres y otras personas reunidas, desconocidas en ese momento para mí. Al acercarnos a la orilla, de una especie de cabina construida también a base de palma, salió un joven a nuestro encuentro, su nombre era Geometra y era el encargado de la cooperativa de las mujeres así como el encargado de su educación (7), quien posteriormente se convirtió en uno de los informantes más importantes que tuve durante toda mi estancia en Eritrea. Omar, mi compañero que ya era una persona conocida en Flamingo Park, le preguntó si era posible que yo visitara a las mujeres por las mañanas, ya que iba a estar una temporada en Massawa y estaba interesada en trabajar con ellas. Geometra había dicho a las mujeres que yo iría a visitarlas y a ayudarles con el trabajo de los mangles (8).
Pasé toda la mañana con ellas, plantando mangles bajo un sol incandescente. En algún momento nos dejaron solas, sentí pánico, no había nadie que hablara inglés así que la comunicación entre nosotras se redujo al mero trabajo conjunto. Mi primera impresión fue de que el trabajo que hacían estaba muy bien organizado, trabajo en equipo en donde cada quien tenia una responsabilidad. Esa misma tarde tomé la decisión de tomar clases de tigrynia que me ayudaran a comunicarme con las mujeres y empecé un diario de campo.
Durante mis visitas a Flamingo Park me fui involucrando cada vez más y más, al poco tiempo me ofrecieron trabajo dentro del proyecto. Tener un puesto laboral además de permitirme quedarme sin tener que preocuparme por mi sustento económico; justificaba aún más mi estancia, si el tema de mi proyecto de tesis tenía que ver con Eritrea (9).
 
¿Qué propósitos tenía?
Mi propósito era hacer una reflexión sobre el trabajo de campo, por tanto, hacer explícita la implicación de la investigadora en toda la producción etnográfica: durante la observación participante del trabajo de campo, durante el análisis y posteriormente en su producto escrito. En los debates posmodernos se ha discutido la objetividad científica argumentando la imposibilidad de la neutralidad del investigador en la producción de saber, se ha cuestionado fuertemente la hegemonía del conocimiento científico -y la modalidad de su producción- sobre el conocimiento local y cotidiano, así como también se ha cuestionado la existencia de una realidad cultural allá afuera (tanto fuera del sujeto que mira, cómo fuera la cultura del investigador), normalmente en un lugar lejano y exótico, a la cual el etnógrafo tiene que desplazarse con el fin de describirla (Geertz 1989; Rabinow 1991).
Los investigadores son participantes activos en el proceso de investigación, por lo tanto, resulta esencial en este contexto, entender la posición de la subjetividad del investigador dentro de las jerarquías de poder y dentro de las especificidades que entran en juego y son contingentes a cada situación (Albertín 2008; Ellis y Bochner 2000).
Escribir un relato personal permite al etnógrafo volverse más consciente de cómo su posición y sus intereses son impuestos en todas las fases de la investigación -desde las preguntas que hacemos, hasta las que no hacemos, por las personas que elegimos como informantes y las que pensamos que por alguna razón no debieran serlo; desde la creación del problema de investigación hasta su posible análisis, representación y escritura- con el fin de producir relatos del mundo social de la manera más transparente como nos sea posible; sin embargo, no por esto más verdaderos u objetivos.
Todas estas decisiones las toma el etnógrafo dentro de un proceso intersubjetivo y sólo a partir de las decisiones que los informantes, a su vez, toman durante la interacción del trabajo de campo, ellos a su vez elijen de que hablar y de que no. En este sentido entiendo que no sólo quien investiga toma decisiones sobre una realidad plena, sin embargo, recae sobre el investigador la autoridad (responsabilidad) del texto etnográfico, un texto que busca entrar al mundo académico y de esta manera entrar en los debates donde se produce el conocimiento.
Como alternativa a la representación del “otro” existe “proveer de presencia social” (“voz” o “visibilidad”) a los que por alguna razón no han tenido la oportunidad de enunciarse por sí mismos, de denunciar su propio estado marginal y así transformarse. Sin embargo Tsing (1993) argumenta que debemos ser precavidos en términos de que aunque ello puede abrir un espacio para la creación de nuevas formas de análisis cultural, tampoco es una auténtica representación de las voces de minorías excluidas; sin embargo puede ayudar a redefinir los objetos y sujetos. Al describir al otro nos reflejamos en él y en un proceso de repetición y reconstrucción recursiva, podemos resignificarnos de nuevo y conjuntamente, podemos hallar desplazamientos de nuestra subjetividad (Butler 2006).
 
¿Qué identidades y subjetividades fueron emergiendo en la relación?
El trabajo en la cooperativa de mujeres fue básicamente el contexto del trabajo de campo, sin embargo no fue el único; también lo fueron sus casas, las calles, los barrios, el mercado, el hospital, todo Massawa se volvió escenario del trabajo de campo en donde conocí a mujeres y hombres extraordinarios que han dado vida este estudio.
Empecé a grabar las conversaciones con las mujeres y las reuniones que teníamos en Flamingo Park, material que posteriormente me fue imposible utilizar ya que no encontré forma de traducirlas (10). Las conversaciones no solamente eran en tigrynia y árabe, también eran en saho, tigre, afar, y aunque toda la gente hablaba tres y en ocasiones hasta cuatro idiomas, no logré encontrar a alguien que conociera todas las lenguas que se ponían en juego en estas complicadas asambleas. Pensaba en que quizás lo mejor hubiese sido grabar en video, pero ¡no contaba con una cámara!
Me encontraba en la situación de tener que buscar otros métodos para lograr alguna comprensión de la forma en que las mujeres construían su mundo simbólico en las interacciones sociales, necesariamente tendría que ser una forma más dirigida; así que empecé directamente a hacer entrevistas individuales o de pequeños grupos lo cual implicaba mi intervención. Tenían que ser lo suficientemente abiertas para proveer un espacio en donde las mujeres se sintieran libres para hablar de lo que más les interesara.
Empecé a entrevistar personas, en su mayoría mujeres de la cooperativa (11), pero no solamente; el contexto era generalmente su casa, en visitas informales en donde además de hacer la entrevista podía participar de la vida doméstica, conocer a los familiares y amigos así como los espacios y formas de reunión. Las entrevistas las hacía con un traductor que me traducía las conversaciones al inglés (12). Las preguntas las hacía yo en inglés y Ogbu o Geometra (mis traductores oficiales), las traducían al idioma que hablara la mujer, casi siempre tigrinya y árabe, pero en otras ocasiones mis preguntas o comentarios las traducía Ogbu a saho.
Shotter y Gergen (1989), Ibáñez (1994) y Gergen (1996) son de la opinión de que el contexto se construye en ese momento de entramado de relaciones que se da entre los participantes, donde se producen y reproducen múltiples niveles de efectos sociales. De esta manera, la construcción del contexto se comparte y es el escenario en donde se llevan a cabo las actividades en las que se elaboran las subjetividades.
Si esta negociación o fabricación de una identidad etnográfica en el proceso de trabajo de campo puede ser pensada como el establecimiento de posiciones y subjetividades, entonces, ¿cuales eran las que yo presentaba ante las mujeres?
Uno de los asuntos que me preocupaba más a la hora de tomar la decisión de quedarme a trabajar en Flamingo Park, era que la relación con las mujeres cambiara al tomar la posición de coordinadora entre la ONG y Flamingo Park, yo no quería que las mujeres me vieran como su jalafi (13), y yo misma no quería verme como su superior dentro de una organización jerárquica. Acepté el trabajo con la condición de no sustituir a la antigua coordinadora, de manera que yo actuarían como una facilitadora de un proceso en el cual serían las mujeres las que tomarían todas las decisiones sobre las actividades y sobre el futuro de la cooperativa. No habría jerarquías, así quise plantearlo a los directores del centro, a las mujeres y a mi misma. Se decía fácil, pero mantener esta posición resultó mucho más difícil de lo que pensaba.
En muchas ocasiones era claro que mi voz tenía mayor peso que el de las mujeres. La posición de mediadora me proporcionaba más información que la que ellas tenían sobre asuntos relacionados con la organización. Y esto fue una permanente tensión en el trabajo del día a día, la tarea de modular y neutralizar dicho poder era un trabajo que emocionalmente me agobiaba, siempre estaba en mí la disyuntiva de estar haciendo lo correcto y de no usar el privilegio de mi posición. Este tema significó un fuerte dilema.
Si bien siempre intenté explicar que la investigación era independiente del trabajo, esta separación no era tan clara en la vida práctica, algunas veces en las entrevistas, las mujeres terminaban hablando sobre asuntos del trabajo o haciéndome preguntas sobre la organización. Para ellas, mi rol de compañera de trabajo, de coordinadora y de amiga tenia más peso que mi rol de investigadora.
Otras diferencias se hacían evidentes, por ejemplo cuando las mujeres me juzgaban con más tolerancia que lo hacían entre ellas por el hecho de vivir con una pareja sin estar casada; esto, a la vez, también permitía que ellas me explicaran asuntos íntimos que no se atrevían a contar a nadie por miedo a ser rechazadas o reprochadas por parte de la comunidad; específicamente me hablaban de sus relaciones de pareja, divorcios, separaciones e infidelidades. A pesar de la confianza, nunca tuve la suficiente naturalidad de invitar a mujeres a nuestra vivienda, no por esconder mi vida en pareja, sino por las diferencias de clase o económicas y la distancia que estas diferencias podrían generar entre nosotras. Yo había estado en sus casas y aunque nuestro departamento no era lujoso ni mucho menos, las casas de las mujeres eran considerablemente más humildes, resultaba obvio que nuestra situación era privilegiada.
Establecí intensos vínculos amistosos con Jalima y con Meriem. Jalima me había parecido que era la perfecta informante, así que después de unos meses le pedí si podía hacerle algunas entrevistas, serían charlas informales, sólo que en esta ocasión quería grabarlas, ella pareció estar de acuerdo, sin embargo, desde que le anunciase mi interés en entrevistarla, Jalima empezó a evadirme. Llegué a decirle que lo que ella pudiera contarme sería de gran utilidad para mi trabajo, lo pienso ahora y casi parecían chantajes, de alguna manera la hacía sentir mal al no abrirme un espacio. No volví a mencionarle a Jalima nada acerca de las entrevistas y gracias a eso pudimos reentablar nuestra relación, seguimos hablando y me siguió invitando a su casa, ciertamente era una mujer que me hacia reír muchísimo tenía un sentido del humor muy especial.
La atención hacia Meriem comenzó desde mi llegada. Me parecía más abierta que las demás mujeres y no parecía tímida en absoluto. El primer día que visité Flamingo Park yo no sabía cómo actuar, ni qué decir, no tenía ni la más remota idea de qué sería considerado como aceptable y que no. Meriem me salvó de esa incómoda situación, se me acercó y empezó a hablar conmigo y a explicarme como hacer el trabajo. Los primeros días siempre estaba cerca de mí y se mostraba muy amigable, en las horas de descanso y en el receso del desayuno Meriem, sin preguntar, me llevaba a su cabaña, me sentaba con ella y con las demás mujeres de su grupo que mayoritariamente pertenecían a la tribu tigrinya. Era la única que hablaba algunas palabras en inglés y con la que era posible entablar una comunicación, aunque no exenta de confusiones, aclaraciones y de unas buenas carcajadas. Durante la lucha había sido guerrillera, lo que le daba una perspectiva de la guerra muy especial, desde el corazón de la trinchera. También, me platicaba de la situación de las otras mujeres y de la situación en general del país, pero me empecé a dar cuenta que mi cercanía a ella implicaba alejarme de los demás grupos de mujeres.
Se puede decir que mucho de la vida cotidiana en Eritrea gira alrededor de la ceremonia de café y en Flamingo Park esto no era una excepción. En el descanso, agotadas y deshidratadas, bebíamos agua, comíamos juntas y compartíamos la ceremonia del café. Las mujeres son las encargadas del ritual; nunca observé a un hombre preparando café, salvo la vez que presioné a Geometra para que moliera los granos mientras todos los presentes no parábamos de reír al ver semejante imagen “absurda”. La preparación de la ceremonia del café era un espacio en donde las mujeres hablaban de sus cosas, de los últimos acontecimientos, bodas recientes o próximas, actividades, detalles de sus rutinas y problemas domésticos; noticias, de los hijos, del mercado y sus precios, etc. Normalmente la ceremonia se ambientaba con un poco de incienso; ya listo el café se sirve a todos los presentes en unas tazas pequeñitas (finjal) donde anteriormente se habían puesto tres cucharadas grandes de azúcar. En estas reuniones las mujeres se apoyaban en actuaciones, señas y muecas, caricaturescas muchas veces, que le otorgaban intensidad a su representación.
La entrada a su mundo doméstico me dio la oportunidad de acceder a otro tipo de acontecimientos o eventos sociales tales como bodas, ceremonias de henna (14), funerales, etc. Aunque siempre manejé un nivel muy pobre de tigrinya, a veces me sorprendía la complejidad de nuestras conversaciones, a mi parecer llegamos a desarrollar conversaciones de cierta profundidad; recuerdo la vez en que Halimabdu, una de las mujeres tigre, me leyó las conchas (15) o la conversación que tuvimos Hawali, Fatnachoai y yo sobre los significados de ser mujer para los Tigre sin la presencia de algún traductor.
La cuestión de género se volvía muy relevante en este contexto, mi posición de mujer me abrió este espacio al cual siendo hombre no me hubiera sido posible acceder, de este modo abordamos temas relacionados con el cuerpo, con la sexualidad o con el parto.
 
Problematizar algunas identidades
En mi experiencia de campo, al observar las políticas gubernamentales podían entrever las estrategias de poder que el gobierno utilizaba para la creación y mantenimiento del nacionalismo eritreano y su consiguiente identidad, otorgándole el control del país. Me interesaba observar los procesos históricos de la conformación del discurso de esta identidad nacional. ¿En qué momento se había formado?, ¿Cuál era su historia? ¿Cómo se mantenía viva, porqué y a partir de que mecanismos?
Por otro lado, durante la interacción con las personas de Flamingo Park y de mi propia historia en Eritrea, el discurso de cultura eritreana e identidad nacional eran cuestionadas constantemente. En los relatos de estas mujeres y hombres llenos de detalles y especificidades que se iban construyendo durante la convivencia diaria existían contradicciones; la identidad nacional eritreana, aunque presente en cada momento, era cuestionada por otros discursos y posiciones algunas veces antagónicas e irreconciliables (16).
Pude observar dos tácticas para la construcción, fortalecimiento y cuidado de la identidad. La primera de las tácticas utilizadas era marcar tajantemente la diferencia identitaria entre eritreanos y todos los demás “no eritreanos”, primordialmente diferenciándose de sus principales enemigos los etíopes (también marcaban divergencias con Djibouti y Sudan). Esto era posible a partir de la construcción de una nueva historia en donde los vínculos entre los dos países se minimizaban, se resaltaban los años de la guerra y las agresiones que estos “otros-etíopes” habían perpetuado hacia unos “nosotros-eritreanos”. Estaba prohibido hablar “amharic”, la lengua oficial etíope, aunque esta hubiera sido la lengua utilizada por muchos eritreanos a lo largo de toda su vida, tampoco estaba permitido escuchar música etiope. Como dice Juanola (2004), la creación de rasgos diferenciadores es lo que hace que las naciones hayan podido diferenciarse como culturalmente distintas. Pero esta idea de “etíope-enemigo-diferente a mi” se desvanecía, cuando en múltiples situaciones los etíopes eran considerados como sus hermanos de “sangre”.
La segunda táctica era desdibujar las diferencias entre eritreanos fortaleciendo los vínculos y homogeneizando la cultura en una sólida identidad nacional. Había entonces que incluir a todos los grupos étnicos y religiosos, poniendo al ciudadano individual en relación directa con el estado. Delgado (1988) describe el proceso de triple manipulación para los ideólogos de la etnicidad que insisten en la disolución de los límites entre nación y cultura en donde primero se hace una selección de los materiales culturales de un momento dado para elevar la calidad de los emblemas de reconocimiento e identificación. En segundo lugar se da un proceso de significación de objetos o símbolos que puedan ser susceptibles de causar sentimientos de adhesión y por último un proceso de olvido; todo proyecto de nación implica la institucionalización de la memoria y por supuesto la institucionalización del olvido.
Sin embargo, en las conversaciones y actividades que se dieron dentro del contexto de mi experiencia, sobresalía la idea de que uno de los ejes que atraviesan la organización social eritreana tiene que ver con la “descendencia de sangre”. La relevancia de las relaciones de parentesco que se iban construyendo en los discursos entre las personas con las que me relacioné problematizaba la idea de una sola cultura nacional que fuese valorada antes que el grupo étnico, la familia, el guezauti. Por ejemplo, para contraer matrimonio hay que conocer por lo menos siete generaciones atrás en tu historia de descendencia, la gente hablaba de esto constantemente, recurren a sus genealogías familiares para convencer a la otra familia (guezauti) de que se lleve a cabo el matrimonio o simplemente se utilizaba como forma de reconocimiento entre ellos. Cuando la gente viaja y llega a un lugar nuevo, pueblo o ciudad, recurre primero a la región de la que proviene y de ahí empieza a identificarse con su guezauti. Esto pude verlo en varias ocasiones cuando las personas se conocían por primera vez, lo primero que preguntaban era sobre su descendencia para ubicarse y ya aclarado esto, lo cual localizaba a una persona dentro de un contexto, entonces preguntaban en que había sido de su familia, cual había sido su trayectoria después de la guerra.
Cuando las mujeres me hablaban de sus responsabilidades como madres o como mujeres, me decían recurrentemente que era cosa de sus antepasados, cosas que estaban en la sangre y que eran de familia. Esto me impresionó especialmente cuando Yassina me explicaba las razones por las que las mujeres no iban al rezo y no podían entrar dentro de las mezquitas; estas razones que me daba no tenían que ver con las prácticas y normas religiosas del islam sino que más bien estaban relacionadas con sus antepasados y con los usos y costumbres heredados de generación en generación, me explicaba que esa era la forma en que tenían que ser las cosas y que por lo tanto ella no estaba en posición de contradecir las prácticas. Sólo los hombres tenían derecho a entrar a las mezquitas; así lo habían hecho nuestros padres. Pero por otro lado y esa misma tarde me contaba, mientras bebíamos café con jengibre, que las mujeres eran iguales a los hombres y que esa igualdad se debía gracias a la lucha por la Independencia, los hombres en la trinchera habían aprendido a respetar a las mujeres y a concederles sus mismos derechos, argumentaba que actualmente las cosas eran diferentes y mejores en Eritrea. Esta contradicción de los derechos de la mujer en el discurso de Yassina se marcaba aún más cuando me hablaba de su divorcio; me contaba que su ex esposo solamente tenía que entregar el 10% de su sueldo a ella, el 90% restante estaba destinado a su nueva familia, por lo tanto todas las responsabilidades de manutención de los cuatro hijos de Yassina, alimentación, habitación, vestido y escuela, recaían sólo en ella. Yo le preguntaba si el Estado había resuelto dichas políticas, a lo que ella replicó que estos asuntos no tenían nada que ver con el estado, que estas cosas se resolvían con la sharía, es decir, la ley islámica.
Otra de las ocasiones en que pude observar esta idea problematizarse fue aquella ocasión hablando con Terhasableli; mientras preparaba la ceremonia de café y me contaba sobre su experiencia en la guerra, en donde peleó como parte de la guerrilla. En las trincheras se compartían igualitariamente las responsabilidades sin jerarquías de clase, género, etnia o religión; hombres y mujeres y se casaban sin importar a qué tribu o religión pertenecían. Las personas solían contraer matrimonio entre unas y otras ya que estas diferencias se habían disuelto en este contexto, todos luchaban por la misma causa, me decía Terhasableli. Era cotidiano el matrimonio entre musulmanes con cristianos, tigres con tigrinyas, sahos con kunamas, afar del Denkhal con bilen de las zonas altas, etc. Este era el caso, precisamente de Terhasableli quien se había casado con un hombre musulmán de la tribu tigre mientras que ella era tigrinya y cristiana. La identidad eritreana, en el contexto de la guerra relacionada con la figura del guerrillero, adquiría un peso mucho mayor que las identidades religiosas, tribales o de parentesco, esto surgía en las narrativas de posguerra que Terhasableli construía. Pero después de la guerra, la gente volvía agruparse por familias, por tribus, por lo que doce años después de haber terminado la guerra, los divorcios empezaron a ser comunes entre personas de diferentes etnias y religiones. Las diferencias que antes parecían no ser un problema bajo el discurso de “guerrillero”, ahora como “ciudadano” parecían serlo. Los eritreanos ya no eran tan parecidos entre sí.
 
Para concluir
Comparto como dice Van Maanen (1988), que se necesita un concepto resbaladizo para definir a la cultura ya que es un concepto que es todo menos fijo; más bien es móvil y endeble, y por lo tanto, requiere una constante redefinición; pero en términos generales, las tendencias actuales se han referido a lo cultural como el conocimiento más o menos compartido por los miembros de un cierto grupo; conocimiento del tipo que se forma y se relata en las actividades cotidianas y no tan cotidianas de los miembros de la cultura, en este sentido la cultura es una práctica. La cultura es constituida por las acciones y las palabras de sus miembros que deben ser interpretadas por los trabajadores de campo. De esta manera lo cultural, no es visible por sí mismo, sino que se hace visible a partir de los discursos que hacen los etnógrafos de las prácticas en que están participando, y que a su vez los constituyen, tomando formas de subjetividades emergentes a los contextos donde ocurre la acción.
Así mismo, este trabajo coincide con las discusiones que argumentan que las culturas no pueden ser objetos a estudiar, sino que están históricamente condicionadas y son constantemente cuestionadas -incluyendo, necesariamente, la cultura a la cual pertenece el investigador-. Las culturas no existen “esencialmente”, no son únicas ni definitivas y se encuentran en constante transformación. Hacer etnografía no es ir allá afuera en busca de patrones organizados en los grupos de una manera esencialista. Es más bien un espacio heterogéneo y contradictorio, un espacio tanto de conflicto como de consenso (Clifford 1986). De esta forma, mostrar las relaciones informantes-investigadora a través de las notas de campo permite revelar y situarse en estos espacios dilemáticos, conflictivos y a la vez, productivos.
 

 
Notas
1. “Reflexiones en torno a un trabajo en Massawa, Eritrea: El etnógrafo como interprete/autor de una experiencia compartida, problematizando la identidad”. Autora: Karen Gutiérrez. Tutora: Pilar Albertín. La existencia de la coautoría en el siguiente escrito se debe a un trabajo conjunto de reflexión sobre el material entorno a la experiencia de la autora en Massawa.
2. Es claro que estas categorías difieren dependiendo la fuente de información, normalmente la organización de los países en ricos y pobres se ha basado en diferentes criterios, como el ingreso per capita, ingreso interno bruto, calidad de vida, deuda externa, etc. Muchos de estos países son africanos como Sierra Leona, Somalia, Yibuti, Eritrea, Benín, Burkina Faso, Etiopía, Ghana, Madagascar, Malí, Mauritania, Mozambique, Níger, Ruanda, Senegal, Tanzania, Uganda y Zambia. En América Latina, Bolivia, Guyana, Honduras y Nicaragua.
3. Territorio colonizado por Italia de 1880-1941, posteriormente por Inglaterra hasta el año 1952 y luego pasa a ser colonia de Etiopía.
4. El tigrynia es la lengua oficial de Eritrea, aunque no todas las personas lo hablan.
5. En ocasiones se alcanzaban los 48º C.
6. Seawater Farms Eritrea es una granja integral (granja que combina el crecimiento del campo y cultivo de hortalizas con la crianza de animales) de agua salada de escala comercial. Está localizada en la costa en un estrecho vasto de desierto infértil, justo al norte del puerto eritreano de Massawa. Con el agua del Mar Rojo se hace la irrigación de los campos de cultivo de diferentes plantas halófitas, es decir, que toleran, incluso requieren vivir en terrenos con alta saturación de sales como son la salicornia, el mangle, etc.
Cuando la granja se encontraba en fase de construcción y algunas de las áreas en pleno funcionamiento empezaron a surgir algunos desacuerdos y conflictos entre los inversionistas del proyecto, que en este caso eran o son, el gobierno de Eritrea y la organización de Desert Development Foundation (DDF), por los diferentes intereses que tenían sobre el funcionamiento, así como los objetivos de la comercialización de algunos productos de la granja y por los problemas políticos de Eritrea. Fue entonces cuando el grupo de DDF decidió crear una organización no-gubernamental, lo que es hoy Seawater Forests Initiative, que estuviera encargada exclusivamente de los manglares, en su parte tierra adentro y aquellos mangles que se cultivarían a las orillas del mar, sin necesidad de técnicas de riego artificial. Se dio el nombre de Flamingo Parkal bosque de manglares donde se estableció la cooperativa de mujeres ya que aloja numerosos flamingos en su camino de migración hacia el sur de África.
7. Toncovet son unos tapetes que tejen con hojas de palma, muy parecidas al petate mexicano y que utilizan como camas y como material para construcción (los usan como parte desde bardas, muros y techos en las casas más humildes. Hay casas construidas únicamente a partir de troncos de árbol y toncovet).
8. Además del trabajo con los mangles, se impartían clases de alfabetización en la lengua local oficial, matemáticas básicas y principios de inglés. Posteriormente se incluyó un programa de salud.
9. Había 28 mujeres eritreanas de diferentes tribus (tigrinya, tigre, afar, saho, djeberti y bilen).
10. Busqué traductores, a los que pagaría para que transcribieran y tradujeran las cintas al inglés. Cuando yo pensaba que había encontrado un traductor competente, (que hablara ingles, árabe y tigrinya, lenguas que según yo se hablaban en dichas reuniones con el fin de una comprensión general de todo el grupo conformado por diferentes grupos lingüísticos, y que además estuviera familiarizado con el manejo de una computadora), me topé con un problema difícil de resolver; el traductor llegó un día a regresarme la cinta tres semanas después y me dijo que era imposible traducirla, se le veía desesperado y hasta molesto; las conversaciones no solamente eran en tigrynia y árabe, también eran en saho, tigre, afar, lenguas que él desconocía; aunque toda la gente hablaba tres y en ocasiones hasta cuatro idiomas, no logré encontrar a alguien que conociera todas las lenguas que se ponían en juego en estas complicadas asambleas. Además se me había presentado el problema de la interpretación, el darle el trabajo a los traductores hubiese sido que ellos a su vez interpretaran lo que estaba sucediendo en aquellas reuniones cuando no habían estado presentes y no conocían el contexto de la conversación.
Pero ese no había sido el único obstáculo con el que se encontró el traductor, las mujeres acostumbraban a hablar al mismo tiempo, se interrumpían constantemente, subían y bajaban histéricamente de tono, los diálogos estaban superpuestos, las conversaciones cruzadas (me recordaban tanto a las reuniones que mis hermanas y yo tenemos cuando nos sentamos a conversar); para un observador conservador dispuesto a hacer un análisis de la conversación, esto parecería una misión imposible; definitivamente se salía de las reglas de pares, de los turnos, etc..
11. Al final del trabajo de campo realicé un total de 42 entrevistas grabadas, un diario de campo y documentación fotográfica; sin embargo me resulta imprescindible aclarar que el análisis presente se nutre de muchas más personas y de muchos mas materiales que estos “datos” etnográficos, son también memorias, recuerdos, conversaciones informales, viajes, lecturas, etc. También hay un registro en diario de campo del trabajo realizado en el escritorio, lecturas, ideas y todo el proceso de escritura del presente texto.
12. El inglés fue el idioma en el que me manejaba en Eritrea, en teoría el tigrinya, árabe e inglés son las lenguas oficiales de Eritrea, en las instituciones administrativas es fácil hablar inglés y los eritreanos que fueron a la universidad lo hablan muy bien ya que muchas de las clases se imparten en inglés.
13. Jalafi significa líder de un grupo o jefe quien tiene necesariamente un mayor poder en la toma de decisiones dentro de una familia, grupo o comunidad.
14. Henna [español: alheña] es un tinte hecho a base de hojas y tallos secos de lawsonia alba lam, transformándolo en un polvo que mezclado con agua forma un lodo que finalmente se aplica para teñir el cabello o para tatuar temporalmente la piel. Predominantemente lo utilizan las mujeres para embellecer con diseños tradicionales que llaman mehndi. En Eritrea generalmente se utiliza pintando homogéneamente toda la planta de los pies y siguiendo hacia arriba con diferentes diseños hasta cubrir todo el pie y el tobillo, así como las manos, normalmente son decoraciones orgánicas de flores o diferentes figuras sutiles. Cuando una mujer se va a casar se hace una ceremonia de henna en donde se reúnen solo mujeres, amigas y familiares de la novia y del novio en donde se decoran los pies y manos de la novia para su boda. La ceremonia dura tres días, se ofrece comida y las mujeres bailan, mientras la novia se cambia muchas veces de ajuar.
15. Leer las conchas es una práctica que pude ver en dos ocasiones en dos tribus diferentes, Tigre y Rasheida, e implicaba leer tu destino a partir de conchas marinas y algunos otros objetos como piedras, botones y plumas. Lo practicaban las mujeres y cada pieza en un juego significaba alguna cosa o alguna persona según la pregunta que se hiciera. Por ejemplo si se preguntaba acerca del matrimonio, una de las piezas simbolizaba a la mujer otra al hombre, y las demás, podrían significar los hijos, el dinero o cosas relacionadas con el matrimonio. La cercanía y disposición entre las piezas construían un mapa del destino de la persona que era interpretado por la lectora de las conchas.
16. Cuando llegué a Massawa todavía no sabía distinguir de una tribu a otra, para mí la gente confluía en una sola imagen sólida de “la cultura eritreana”, aunque lograba entrever algo de la diversidad cultural que configura al país, no conocía los detalles de aquellas diferencias. La diversidad cultural eritreana se refiere a las nueve tribus que la conforman; en las partes altas del país en donde está asentada Asmara se concentran la mayoría de las personas que hablan tigrinya, lengua oficial de Eritrea, la población más grande del país, en su mayoría cristianos ortodoxos; ya en las tierras bajas, la población se va diversificando en diferentes tribus; los tigre, saho y hedareb hacia el oeste y norte del país; los bilen se encuentran asentados principalmente en la ciudad de Keren al norte de Asmara con una mayoría musulmana y un único pequeño grupo de católicos; los nara y kunama, animistas con una pequeña minoría musulmana se alojan al oeste, cerca de la frontera con Sudan y Etiopia, mientras que en la costa y en la zona de la Denkalia, que se encuentra por debajo del nivel del mar y por lo tanto uno de los lugares más calientes sobre la tierra, se concentran las personas pertenecientes al grupo afar. Los geberti son eritreanos que hablan tigrynia pero que practican el islam y no habitan en una región única sino que existen pequeños grupos en varios poblados. Y por último los rasheida una tribu nómada, también musulmana que recorre libremente las zonas de la Denkalia, las Islas Dalhak, pero también Etiopia y Somalia, este es la única tribu de rasgos árabes.



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Gazeta de Antropología