Spain of the Dead, (c) Gabriel Cordero Huertas / Dr. Worst

Spain of the Dead, (c) Gabriel Cordero Huertas / Dr. Worst
Con todo el cariño al equipo de rodaje de Juan de los Muertos

sábado, 24 de diciembre de 2011

El Simbolismo Navideño

La Navidad está cargada de elementos mágico-rituales y simbólicos condensados. Veamos el Portal de Belén, con el buey que simboliza a traveś de sus astas la acción de engendrar de la «virgen» fuera del matrimonio, en detrimento de José, que se ve también representado por la infertilidad, probablemente a causa de su senectud e impotencia simbolizada por la castración del animal. También recuerda que el cristianismo cambia la bravura del toro por la docilidad del capado. A su vez, la burra simboliza el estado mental al que pueden aspirar los feligreses una vez convertidos, como lo que sucederá si se desvían de la doctrina (coz con cuartos traseros y a vivir entre estiércol). S. Jośe, encorvado, representa la vergüenza de quien fue varón y no quería ser santo, condenado al ostracismo con tal vergüenza que no se atreve a levantar la vista. La virgen hace el papel de madre, que bien que se vanagloria de criar a su hijo pero encarga tales menesteres a cualquiera (incluso burra o buey) pues es demasiado joven y tiene muchos pájaros (hasta palomas) en la cabeza. A su vez sonríe por el resultado de su astucia, todos creen que es virgen. El niño, sonríe también, malicioso, levantando una mano amenazadora en previsión de lo que ha de venir en su nombre.

¡Feliz Navidad!

martes, 15 de noviembre de 2011

LA ESPAÑA DE LOS MUERTOS VIVIENTES


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La España de los muertos vivientes:

Si señores, bienvenidos somos todos al espectáculo dantesco de la política española (mera extensión de la política universal, pues hoy ya, España ni siquiera puede presumir de ser «different», lo que a estas alturas sería un halago) en la que la clase dirigente, clase con mayúsculas, porque constituye una clase lógica con todo lo que implica, cerrada y excluyente, se encuentra tan separada de sus administrados, que no se da cuenta siquiera de como es percibida, ni de lo que representa.

Por no darse cuenta, no se da ni de cuanto apesta. Ni de que está conformada con despojos y cadáveres. Muertos vivientes es casi decir mucho. Con cantinelas trasnochadas e idearios de catecismo.Y por desgracia, carecemos de un Juan de los Muertos, que al estilo de la película, impida que los vegestorios anacrónicos, viejos chochos, impertinentes redomados y otros especímenes aprovechados y malandrines se levanten nunca más, dejando de tomarnos el pelo.

Así las cosas, las próximas elecciones , tenemos nada para elegir. Sigo manteniendo la tesis de que lo mejor es no votar, tanto en cuanto porque ello no cambiará nada , como por el hecho de que lo único que consiguen las votaciones es autolegitimar un sistema caduco, que lo único que puede ofrecer como bueno es su desaparición, desaparición costosa y dolorosa, sin duda, pero necesaria, pues el hiperreglamentarismo asfixiante, el snobismo progre o la falta de contenido liberal de los liberales ... no permitirán nunca paso a una vida con un mínimo de libertad real, ni de justicia social tampoco (si tuviéramos una de las dos cosas, quizás podríamos darnos por satisfechos), sino que seguirán abriendo paso a un Estado que a pesar de tener cada vez menos poder sobre los auténticos poderes, los económicos, es capaz de sofocar cada vez más a sus súbditos (palabra utilizada con intención, pues aquí no hay ciudadanos, ni esto es una «polis») demoliendo sus aspiraciones y controlando hasta sus últimos estertores. Para entregar luego toda esa maquinaria de control a los «mercados», entelequia donde las haya, no por ello menos sentida en el mundo «real».

Qué odioso es tener que dar la razón, una vez más, a Platón, ese adversario de todo pensador materialista y postnietzscheano, que en cambio era un adversario digno, y no un tremendo chabacano. Pero sí, la demagogia que nos predijo, esa, es la que se nos ha instalado. Y una religión política, que pretende a golpes de censura, leyes que criminalizan cualquier desviación, que maniobra con subterfugios que pretende ocultar mediante eufemismos, y que muestra un carácter salvífico y un pensamiento único: nuestro modelo político es el mejor de los modelos posibles, rechazarlo traerá el caos.

El argumento es gracioso, pues obviando el pasado, es idéntico al soniquete mil veces entonado por políticos de todo signo y color (aunque siempre bastante monocromáticos en nuestra España, claro).

Nuestro estúpido sistema-religión, tan decadente como cualquier otra religión, con su librito sagrado y todo (léase Constitución, papel mojado, tan «interpretable» como una Biblia, que no significa nada) pretende hacernos olvidar como nació (como si eso, a fin de cuentas tuviera hoy algún valor práctico), utilizando exactamente aquellas mismas estrategias que analizaba Derrida, propias de todo sistema político. Cuán insulsa es la política realmente existente, y como se nota lo que sucede en una población que se pretende medio culta, cuando se ha extirpado la filosofía (real) y la historia (no propagandística) de sus aulas. La misma estrategia del 1984 de Orwell, reducir progresivamente la capacidad crítica de la población, y lanzar contínuamente cortinas de humo, ello siempre ha funcionado. El comienzo de este Estado, fue como el de todos, esta organización política, que además no comenzó en los setenta ... sino mucho antes, está en absoluta decadencia, porque ya no cumple ni las funciones para las que fue vista nacer. Más aún, ya ni siquiera tiene funciones salvo estás dos: autoperpetuarse como sistema homeostático, que garantice el estatus de privilegio de su clase privilegiada, con toda su cohorte y clientela asociada y servir de argumento legitimador del poder real, difuso y transnacional, el económico.

Marvin Harris se quejó muchas veces de como la Antropología había sido vaciada de contenido, merced a la expulsión de los materialistas, ya que estos olían a marxismo ..., tanto tiempo pasado, y seguimos en la Edad Media, con la actividad científica al servicio de la política. Bueno, no debe extrañarnos, por eso investigaciones de resultado polémico como las de Cela Conde, o cualquier otra que no se adapta al ideario establecido son acalladas, no subvencionadas, o directamente desacreditadas. Y no digamos da nada que tenga que ver con la historia o la filosofía. No hablemos de sociología ... Estamos en una nueva era de las brujas (no en vano proliferan videntes, mediums, quiromantes y otras payasadas, que si no fuera por la seriedad del asunto, casi se podría decir en broma que me hacen añorar hogueras, aunque por desgracia lo que van a traer de vuelta es la religión oficial que las sustentaba). Hoy los materialistas han sido expulsados hasta del materialismo, pues los socialistas, oh magia creadora y desmitificadora de lo que es la democracia realmente existente, han renunciado al socialismo : ) , lo hicieron cuando se olvidaron del Marxismo. Y sin embargo, a pesar de sus problemas teóricos, sus categorías principales son cada vez más empleadas en el análisis de nuestro momento social ... que se reduce en los medios au momento económico ... ¿no es esa categorái marxista por excelencia? Estamos a punto de ver como los estados son reemplazados por empresas ... los dirigentes políticos por banqueros, como la gente va a ser contabilizada como capital humano deshumanizado ... todo ello categorías marxistas, claro ... Vamos a ver como esta crisis va a durar mucho más de lo que se dice (pongamos una década a partir de ahora), y vamos a ver como las teorías de ciclos de los economistas soviéticos o son redescubiertas, o son obviadas mientras los economistas capitalistas reinventan la rueda ... Cuanto genio se ha perdido con la URSS, de la que no me cansaré de decir se benefició más el ciudadano occidental que ningún otro, ella era la pantalla, la alternativa, la otra vara de medir..Y el temor de ella contenía al neoliberalismo económico salvaje. Ahora campa a sus anchas. Cuanto genio y literato se están anquilosando, mientras discutimos si Turquía es o no Europa, y de Rusia lo negamos. Baste recordar a Nikolái Dmítrievich Kondrátiev, y sus teorías de ciclos económicos, prediciendo crisis como estas. Teoría olvidada porque no interesa al político neoliberal mundano. Ciencia que estorba, pues no anda de su mano. Que bonito pareado para una parida tal. El periodo especial , con la caída de la URSS, no empezó sólo para los cubanos ... lo vamos a comprobar. Un periodo de especial decadencia cultural, política y moral, científica y económica. De todo esto Europa saldrá con mucho dolor, como lo ha hecho otras veces, y se volverá competitiva a la vez que renuncia a trabas idealistas, volverá a hacerse etnocéntrica en sentido fuerte, destruirá sus porpios ideales, para poder sobrevivir. Hay pocas cosas tan tristes.

Por contra, desechada la ciencia incómoda, hay otra ciencia que basa sus premisas en la moda. Ahora va a resultar que es muy científico desde el punto de vista económico, por ejemplo, el hecho de que las energías renovables se consideren tremendamente rentables, de cara al futuro (pero ¿hay futuro? no lo parece ...), mientras la gente ya ni puede pagar sus facturas de suministro en el presente, absurdo es incluir tal asunto en el programa electoral. Explíquenle eso a quién se tiene que «esforzar» más para poder pagarlas, si está cargado de hijos y se ve obligado a dejarlos dormir con los perros para que no se mueran de frío en esos días que a veces tenemos a pesar del cambio climático. Este esfuerzo mata ... pues significa para los albañiles contar con menos medidas de seguridad en los forjados ... a los herreros, soldar más rápido y con menos protección ... a los transportistas ir más rápido y hacer más kilómetros ... a los médicos trabajar y hasta operar con menos descanso ... a los viejos trabajar más años ... ¿Que diablos hacemos siempre con campañas de imagen, pues no son otra cosa, de cara a la galería ya nacional, o más esperpéntica aún internacional cuando no somos capaces de mantener unas condiciones mínimas en casa? Esa es una consecuencia de otro problema: el de la sociedad mentalmente atrofiada y estéticamente magnificada. Hoy ya ni hay ciencia decíamos, a menos que nos parezca muy científico llamar hombres a los monos y extenderles los «derechos humanos», aquellos mismos que se les niegan a otros hombres, quizás por no ser tan monos, o porque aquellos exigirían se cumplieran y estos no. Todo muy idílico, en una sociedad que no puede garantizar ni los más básicos derechos sociales ni políticos, sin los cuales, los «derechos humanos» suenan a poco. Necedad tras necedad, seguiremos garantizando el acceso a ciertas cirugías estéticas mientras la gente empieza a morir en listas de espera para tratamientos oncológicos ... ofreceremos el mantenimiento de todo tipo de derechos etéreos, mientras se van conculcando por lo «bajini» los más básicos. Esta semana, me he encontrado, y no es la primera vez, como la Inspección de Trabajo, da de baja sistemáticamente de sus archivos, con carácter retroactivo, ojo, a trabajadores que por algún motivo «no hayan podido acreditar la relación laboral», como si no fuese bastante el propio trabajo realizado ... El efecto es impedirles el acceso a las pensiones futuras ..., así es como se mantiene el sistema formalmente, se dice que se mantienen los derechos, pero se busca por la tangente la forma de no reconocerlos, con formalismos. Así tenemos coberturas estéticas, sin contenido material. Esto es lo que nos espera cada vez más. Los supuestos de falta de acreditación de la realidad laboral son tales como : falten nóminas, no se haya recibido alguna carta , la empresa no esté al día en las cotizaciones ..., la empresa no haya emitido facturas por sus trabajos .... De repente la inspección de trabajo, cuando ya no puede exprimir más al empresario, para cargar todas las responsabilidades falladas del Estado, carga contra el trabajador, incumpliendo mediante subterfugios, desde nuestra propia legislación, hasta los convenios de la Organización Internacional del Trabajo. Cuando interesó convirtió trabajadores y pequeños empleadores en enemigos, ahora los mete en el mismo barco para después torpedearlos. Otro tanto ocurre con la economía sumergida. Todo antropólogo sabe que es una fuente de recursos para la economía oficial. Todos sabemos hoy que sin ella ... tendríamos un auténtico estallido social ¿de qué vivirán tantas personas? ¿como completarían sus ingresos irrisorios otras? Estamos buscando nuevas brujas que cazar y lanzando más cortinas de humo, si ya lo decía yo, era sospechosa esa proliferación de vendedores de castañas asadas ... esos van a ser los auténticos responsables de la crisis. Pero la crisis en realidad no tiene responsables, es un efecto endémico del propio sistema , eso es lo que decía Kondrátiev. Se puede empeorar como ha probado el PSOE. Pero apenas se puede mejorar. Pronto veremos la decepción en los votantes del Partido Popular, ingenuos como ningunos si de verdad creen que el cambio de gobierno acabará con el desempleo. El próximo presidente se nutrirá de votos de desesperación, como de ira lo hiciese Zapatero. Ambos acabarán siendo reconocidos como indeseados o indeseables.

A todos mis amigos les recomiendo que estudien Derecho, pues hasta para respirar va a ser necesario contar con un abogado. Así es como prosperan estos subterfugios inmorales y desvergonzados, si no está de acuerdo .... vaya a juicio ... y espere largos años, y pague a un abogado, y si pierde .... pague las costas, que nuestra gloriosa Ley de la Jurisdicción Contencioso-Administrativa (un papel de los más mojados) garantiza en forma de pingües beneficios para el Estado. Costas que se calculan sobre cuantías que en ocasiones tasará la propia Administración del Estado juzgada. Justicia para todos ... ya que todos, en esa teoría, son el Estado. Así va remodelando nuestra sociedad, fin de contenidos materiales, excesos de elocuencias formales ... Ya ni neoliberalismo podemos llamar a esto, si acaso, sólo económico. Con el liberalismo, todo lo no prohibido estaba permitido, ahora, en Derecho Administrativo, se ha parido una nueva criatura (mas horrenda que la criatura que vino del espacio, y con peores intenciones) el «tiene usted derecho a todo lo que pueda ganar sufragando los gastos en los tribunales, pero cambiaremos las leyes mientras los defiende y dejaremos de dotarlos para que los procedimientos duerman el sueño de los justos», si esto no le gusta ... cree su propio partido (¡ja, ja!), contra el que interpondremos la ley electoral, quizás en varias generaciones pueda crecer lo suficiente, si cuenta con apoyo económico continuado, esto es democracia formal, la real siempre ha asustado a los demócratas profesionales. A fin de cuentas estamos en una demogracia (sí, lo he puesto queriendo, esto es una «demogracia», el cachondeo del pueblo).

Pero esta demo-gracia, es a la vez una desgracia, que sólo hace reír a un cínico, si es vista desde afuera. Porque lo que de verdad se está representando es una tragedia, una tragedia que vislumbra un acontecer como el de la espiral de Tucídides o los ciclos de Vico, por eso aun mas trágica y esperpéntica. Por eso sus actores protagonistas, nuestros políticos, son los muertos vivientes más apestosos que ninguna historia de zombis haya descrito jamás, no se dan cuenta del terreno que pisan, sólo están obsesionados con devorar y devorar más y más de lo poco que queda. Con mantener su pequeña cuota de poder. No se dan cuenta de que la podredumbre va a acabar disolviéndolos. De que el destino, es la fosa. Qué equivocado estabas Sr. Popper, hay historicismos y historicismos, pero eso hace al previsible desenlace aún más absurdo y nauseabundo.

De las próximas elecciones nacerá un gobierno zombi también, muerto antes de empezar. Los delirios de grandeza del Sr. Rajoy, no le permiten entender, que no llega por méritos propios a la Moncloa, como tampoco llegó su antecesor. Que es sólo el asco a lo que el actual inquilino representa lo que le va a desalojar. Será el presidente con mejor resultado y más indeseable, por no deseado, de todos los de la demo-gracia española contemporánea.


martes, 25 de octubre de 2011

Elecciones Generales 2011: Gane quien gane, tú pierdes

Las dos caras de Rubaljoy Danshokun son componentes de una misma realidad rechazable. La única opción es no votarles, porque tanto da uno como el otro.

miércoles, 31 de agosto de 2011

La siguiente etapa en la evolución de la democracia liberal: el monopartidismo bicolor

Primero son las libertades realmente vividas, después las meramente proclamadas, después las limitaciones y el hiperreglamentarismo en nombre de la protección de esa misma libertad, siguen los recortes en libertades de expresión y pensamiento con técnicas de programación mental y formación de voluntades en nombre del mantenimiento de esas libertades cada vez más escasas, todo ello para continuar con la perfilación del bipartidismo con diferencias cada vez más de detalle entre bloques, elemento cimentador del nuevo sistema que se va levantando. Como aderezo coyuntural ... más recortes en pro de la seguridad ... recortes que no volverán atrás por más seguro que se volviese el entorno. El siguiente paso lo vemos ahora, un bipartidismo que se diluye en un monopartidismo bicolor, con meras diferencias estéticas entre (¿contra?)partes. Ya sólo queda un paso al totalitarismo autoproclamado y autolegitimado. Colaborar activamente a este sufragio, será condenado por la historia, como lo fue el caso alemán. Esta «evolución» sólo culminará en una crisis final, que mientras más tarde en llegar (la prolongación en el tiempo es el único objetivo del sistema, su autoperpetuación) será más dolorosa.

viernes, 20 de mayo de 2011

El dilema diabólico a las urnas

El dilema diabólico, pseudodilema o falso dilema, constituye una de las trampas falaces que se sirven de la lógica para destruirla. Recuerden aquella célebre paradoja del Barbero, que gustaba a Russell, si intentas resolverla ... te vuelves loco, recuerden la paradoja que mandó a Filetas de Cos a la tumba, aquel «todo lo que digo es mentira», pero si eso es verdad ... es que es mentira. Algo así pasa con la demagogia platoniana que a modo salvífico y religioso se impone en el ideario de masas de esta sociedad cansada, tanto por esas ideas cansinas, como de esas casi ni ideas. En la raíz de ese cansancio se encuentran movimientos como el de Democracia Real, u otros catalogadas rápidamente como antisistema. Como si antisistema fuera por definición algo «perverso» siendo así que el «sistema» pervierte a todos y a sí mismo. Sería largo debatir sobre eso, y lo único que interesa en este pequeño articulito es poner de manifiesto la inocuidad del dilema:

1.- Si no votas no eres ciudadano
2.- Si no votas, luego no te quejes ...
3.- Hay que votar a tal o cual, porque si no ganará el otro ...
4.- Nuestro sistema es el mejor ...
5.- Nuestro sistema es el «elegido» por todos ...

Con respecto a eso, claro está, se pueden dar respuestas bastante contundentes y casi tan breves:

1.- ¿Ciudadano de dónde? Nuestros problemas básicos pasan por aquello en que el modelo político nos convierte y nos aliena, así, que el problema es el Estado que nos subsume y que pretende omnímodamente perpetuarse, como todos los sistemas políticos, y pretende por ende que si no tenemos un lugar en él, definido por él mismo, no somos nadie. Frente a eso, decimos que hay muchos «alguien» y los que no son nadie son los que mejor se integran, pues nada tienen que oponer.
2.- Se reduce el argumento en parte al primero, y en parte a la visión salvífica del sistema político, como si este pudiera arreglar algo, o si realmente quisiera algo más que autoperpetuarse como ser homeostático que se mantiene parasitando a sus súbditos (la mejor palabra para identificar nuestro Estado, que para eso es un reino). Ni la crisis ni otros problemas sociales pueden caer bajo el ámbito de control del Estado, este ha cedido demasiado ya a organizaciones supranacionales y más aún, supraestatales. La economía liberal es otro sistema homeostático autoregulado que necesita de sus crisis para autoregularse y reconfigurarse. A algunas de esas crisis las hemos llamado Guerra Mundial (guerra civil europea que afecta a todo el mundo) . Algo tendríamos que haber aprendido de Kondratriev. Pero Kondratriev estaba en el lado del infierno, del enemigo, de los ateos, de los impenitentes, de los diabólicos, del poder oscuro de la fuerza o de lo que ustedes quieran. Era de «los otros». En una estúpida Europa, que todavía se pregunta si Rusia es «Europa» y cuando no lo hace es porque presupone que no, y en un estúpido Occidente que no parece recordar que la crisis de la Ilustración es generalizada, en sus dos vertientes y que tras la caída de la Unión Soviética no hay ganadores, sólo perdedores en ambos «bandos», un Occidente que no parece recordar que lo Soviético, la democracia directa, también son inventos ilustrados, que manejan las mismas categorías y ensayan sobre la misma base teórica. Un Occidente que aunque disimule, no cree en sus propias recetas, porque aún más, se cree responsable de los males del mundo por intentar exportarlas. Como si el mundo necesitase a Occidente para ir mal, o como si los perdedores fueran mejores sólo por serlo, síntomas todos de una decadencia predicha por Tucídides, con mayor visión sociológica que nuestros analistas políticos, que no muestran más que el camino está agotado y lleva hacia el colapso. El principio del fin. Por todo ello quejarse es precisamente no votar. Votar es legitimar el «sistema». Ese es el dilema diabólico, las dos opciones que se te presentan para elegir, como si no fuese posible elegir ninguna. Como si esas opciones abarcaran la Verdad Absoluta. La paradoja del barbero sólo tiene una solución: No existe el pueblo del barbero, así que la expresión en sí no tiene sentido, como no lo tienen, en general nuestras elecciones.
3.- ¿Y qué si gana uno u otro? ¿Qué cambiará? La crisis seguirá igual, la desculturización de la sociedad seguirá igual, todo seguirá igual. Salvo en casos concretos, en que los candidatos sean claramente criminales, lo mismo da votar a unos que a otros. De hecho, el principal motivo a veces para decantar el voto, es el contrario ... que nos interesa votar a candidatos criminales ... porque de forma fraudulenta nos van a beneficiar más a unos que a otros. Votar se convierte así en algo que o no vale nada, o nos convierte en cómplices. No votar es no aceptar el juego y no entrar en él. No se trata de criticar un programa político, si no a todos los partidos, al sistema de partidos tal y como está constituido en sí mismo, a la Ley electoral, a la Constitución como papel mojado, a todo. No hay protesta más potente que no votar.
4.- Nuestro sistema es el mejor engañabobos, aunque es tan burdo que cada vez engaña menos. Casi nadie vota ya con ilusión, y nadie elige lo que prefiere, solo elige no apoyar lo que más odia. Por otro lado, la Ley electoral y el voto útil, destruyen la razón y toda posibilidad de cambio. Nuestro sistema no puede cambiar desde dentro, mal que pese es necesaria su extinción, porque está senil y exhausto y porque si no se le deja morir, en el futuro puede acontecer una revolución, de esas que Europa ha perdido en la memoria de los tiempos, pero que no hace tanto que agitaban el continente entero. Un reajuste por estos medios sería dramático. Es mejor que el sistema se extinga que que reviente, sobre todo habiendo como hay a las puertas quienes esperando están a lucrarse con nuestros despojos. Nuestro sistema no es el mejor, jugar sus reglas, sin embargo le ayuda a mantenerse entre estertores.
5.- ¿Quién eligió nuestra Constitución? Esta se presentó como texto escrito, es tan ambigua que carece casi de fuerza normativa, es contradictoria, no acabó con el terrorismo, no acabó sino potenció las aspiraciones independentistas de los nacionalismos (no unió como se dice, sino separó absolutamente) , no aumentó la eficiencia del estado sino disparó el gasto en su desarrollo, pero además, este texto impuesto, sobre el que sólo se podía decir «si, o no» y había que aceptar el lote entero ¿quién de los ahora votantes lo votó entonces? ¿El sistema político de nuestros abuelos o si acaso padres habrá de ser inamovible? Eso es lo que lo explica todo entonces ... tenemos un sistema político zombi, unas reglas que son muertas vivientes, gobiernan a través de ellas quienes ya han desaparecido. Un trozo de papel heredado que es más importante que millones de personas presentes. Y votar es darle valor.

Un falso dilema es aquel que presenta dos proposiciones excluyentes, pretendiendo que hay que elegir una, y hace que el receptor se olvide de que en realidad hay otras opciones, como la sencilla de no elegir ninguna. Los gobiernos de este país son todos moralmente ilegítimos. Es necesario que sean también políticamente ilegítimos en sus propios términos, para que puedan ser desestimados sin más, si no , se autoperpetuarán mediante retórica y empleo de la fuerza cada vez mayor y de un hiperreglamentarismo que ya desde hace mucho es asfixiante, en un proceso de «feedback» que hará más violenta su destrucción en las décadas venideras.

No votar, o votar en blanco es hoy la opción más transgresora.

martes, 26 de abril de 2011

Y faltan los toros ...

Hay algo para lo que sirve especialmente la radio: impedir la comunicación de una pareja cuando se sienta a comer con ella puesta. Todo en pro de una supuesta mejor comunicación monodireccional, y hoy en sentido doble, de sentido único, permítaseme la expresión. La radio ya no informa de tantos acontecimientos como «antes» (no me pregunten a que antes me refiero). O quizás sucede que hay demasiados acontecimientos de los que informar y el porcentaje de información real que nos brinda heterodinamente, es poco heterogéneo, aunque si anodino (¿emisión pues «homogenodina»?, perdone usted Sr. Alicia, no estoy insultando a nadie). Es decir, quizás no ha perdido en valor absoluto, pero si en valor relativo. Sea como sea, confieso que tengo manía a ese aparatito (aunque últimamente lo «veo» con mejores ojos que a la TV, que ya no veo), por su insistencia en impedir que los comensales se conviertan en contertulios.
En este estado de cosas, ayer me sucedió algo curioso. Me di cuenta de que la emisora que sonaba, cuando me senté a almorzar, era la oficial de la Iglesia Católica, osea, la Católica Oficial Para España, que lo mismo es eso lo que significa su nombre. Hablaban insulsamente de politiqueo, alabando o criticando ciertas políticas del partido PP, y debatiendo sobre lo acertado o no de Esperanza Aguirre en cuanto a la expulsión de sus listas electorales de los políticos acusados de corrupción (curioso que haya que debatir eso, cuando todo católico sabe, que donde hay corrupción, no hay santo, a la vez que tienen a santificar políticas afines al PP, tanto es así que hasta el socialismo español, si tal cosa existe, está cristianizado e incluso, por más que se diga, nuestro Estado, por aconfesional que sea, no es laico, y no por ello deja de ser un mal Estado en mal estado).
El caso, es que al sorprenderme, de que tal emisora fuera la que inundara ese día mi espacio acústico, se me informó de que en todas las demás, sólo se hablaba de fútbol, algo que parecía aún peor.
Difícil elección ... el mundo se descompone, los parados aumentan, no aumentan más porque existe la economía sumergida (esa que veremos que pasa si de verdad consiguieran erradicar) que sostengo da empleo indirecto y no al revés a bastante gente integrada en la economía oficial, la gente pierde sus casas, el racismo aumenta, el sistema se cuestiona hasta sus raíces más profundas, el país entero se hunde, el mundo también, los conflictos bélicos no cesan, las revoluciones árabes no traerán nada bueno, por más que se hable salvíficamente de democracia y se lancen nuevas cortinas de humo ... y sí, también hay cosas buenas, casi tantas, progreso científico, alguna obra de arte que salpica de genialidad la mediocridad circundante, etc. Pero ... ¿sólo hay espacio en las ondas para el fútbol? ¿o la religión? Faltan los toros y no tendríamos nada que envidiar a la primera etapa de nuestro actual régimen poítico, el franquismo (dicho con intención). Pongan toros en la programación por favor, para que sea todo aún más cómico.