Spain of the Dead, (c) Gabriel Cordero Huertas / Dr. Worst

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Con todo el cariño al equipo de rodaje de Juan de los Muertos

domingo, 26 de junio de 2016

sábado, 25 de junio de 2016

LA POLÍTICA INSTITUCIONALIZADA Y LA ORFANDAD DE LA IZQUIERDA



LA POLÍTICA INSTITUCIONALIZADA Y LA ORFANDAD DE LA IZQUIERDA



Llegan otra vez las elecciones a España, y me pareció oportuno plasmar estas sencillas reflexiones, que no por sencillas son menos necesarias.



Política y partidos institucionalizados vs antisistema




En primer lugar, voy a definir lo que entiendo por «política institucionalizada»: Esta es la política, expresada a partir de los operadores políticos (en nuestro sistema, los «partidos») que tienden a autolegitimar el sistema en el que se desenvuelven como unidad homeostática, los partidos políticos «tradicionales» embebidos en el sistema1 se constituyen aquí como «autorreguladores». Se adaptan a las formas y no cuestionan los fundamentos últimos. A esta función reguladora se le llama también «estabilidad», a veces, por contraposición a las ansias de cambio real que pudieran expresar determinados colectivos que por definición pasan a ser «antisistema».
Es muy fácil reconocer a los partidos «institucionalizados», sean españoles o de otras nacionalidades europeas, algunas de sus características más notables y en referencia a España, son:



  1. Todos se consideran grandes «luchadores» por los «derechos» (derecho a ser comparsa del ordenamiento jurídico actual) y autolegitimados por sus andanzas cuasi revolucionarias mantenidas en el régimen anterior (en España el Franquismo). Ese argumento reiterativo se manifiesta en primera persona (los líderes directamente se opusieron a Franco, arriesgando su vida y patrimonio) o en segunda y tercera generación (se presume de un padre o abuelo que hicieron el mismo papel). Por ende, se pretende que esto da una capacidad de «entendimiento» especial y una mayor legitimidad para tomar las riendas del país. En la mayoría de los casos, se trata de una mentira cochina. Y no faltan los ejemplos en que directamente la historia fue al revés.
  2. Se consideran más legítimos porque participaron del «Espíritu de la Transición»: Este espíritu se puede definir como la acción de mirar para otro lado ante los problemas de difícil solución, obviándolos y postergándolos para el futuro, fomentando políticas de «café para todos» para repartir el pastel entre los dignatarios, llenar barrigas y distribuir cargos, y después de eso sentarse a esperar a ver si en el futuro hay suerte y nos encontramos conque los problemas han desaparecido todos. Como los derivados de los nacionalismos desintegradores. La historia demuestra siempre, como ya exponía la profesora Barbara Goodwind, que esta es la peor de las estrategias posibles. Los problemas crecerán a la sombra, hasta el punto que en la actualidad vemos como se configuran situaciones prebélicas. Guardando las distancias, se habla otra vez y se plantean los mismos problemas que debían estar trasnochados que estaban en la arena política en la preguerra civil española. Aunque una guerra no esté de momento ni cerca, la mera analogía ya debería darnos que pensar.
  3. Caen en la trampa del conservadurismo: la Transición se suponía un cambio de régimen, pero ahora se pretende que su espíritu conlleva que nada esencial cambie. La paradoja es aún mas evidente si se tiene en cuenta que la mayoría de electores de aquel periodo ha desaparecido ya, por lo que aquella «transición» carece de legitimidad en el presente. Se pretende que nuestros abuelos podía decidir por nosotros y saber lo que nos convendría. Este paternalismo es el mismo con el que operaba el sistema autoritario anterior, y es en sí mismo el planteamiento conservador por excelencia.
  4. Todos tienden a disolver sus fronteras: los republicanos admiten las monarquías , los comunistas la propiedad privada de los medios de producción, los socialdemócratas abandonan el marxismo, los conservadores la religión (teocracia) , los liberales concesionan derechos que menoscaban la propiedad y su transmisión ... Cabe preguntarse pues, cuál es la diferencia real de contenido una vez desdibujadas estas fronteras. Se excluye de este análisis a los partidos nacionalistas, que en su obcecación lo tienen fácil en cuanto a autodefinición, se ponen a perseguir utopías lejanas y así se abstraen del presente y se libran de alguna que otra contradicción (utilizando otra vez la táctica del avestruz y postergando los problemas reales para el momento «después» de la constitución de su utópica nación, que se pretende en sí misma como entidad salvífica y purificadora), esto es especialmente notable en el nacionalismo catalán y anteriormente en en el vasco, hoy en decadencia de fundamentación fuerte pues está básicamente reducido a un conjunto de estrategias de exclusión y competencia económicas.
  5. Cuando aparece un movimiento a la contra, todos se identifican como los campeones de la política y denigran a los movimientos de nueva aparición. Lo legítimo es votarles a ellos, no a los otros. Llegado el caso, todos hablan bien de los otros partidos institucionalizados, aunque históricamente hayan sido enemigos encarnizados, aunque se hayan ridiculizado e insultado salvajemente. Todo ante el bien superior: preservar el sistema homeostático. Ahí ponen de manifiesto su carácter autorregulador.
  6. Por contra, todo partido o movimiento político que ponga en cuestión el sistema en sí, y los valores anteriores, se gana automáticamente la categorización de «antisistema». No siempre es verdad, porque pronto esos partidos , mientras más van aspirando a obtener el poder real, más se van «integrando» . El riesgo de subsunción está siempre presente y no es raro que acabe precipitando.


Clasificación de nuestros partidos.

Por un lado tenemos los partidos nacionalistas (desintegradores) y por otros los demás. Con respecto a los primeros no me detendré. No deberían tener la más mínima importancia, si la tienen es por la puñetera Ley D'Hondt, que propicia un desmesurado poder a un grupo muy pequeño de individuos. Si en este país rigiera un sistema de representación directa o uno proporcional al estilo de «un hombre un voto», apenas tendrían representación parlamentaria, si es que llegaban a obtenerla. El hecho de que este sistema de reparto sea imperativo es ya sintomático del desbarajuste que ha propiciado nuestra Constitución, fuente de casi todos nuestros males endémicos políticos actuales. Pone de manifiesto que ya en su inicio, se decidió dar prioridad al elemento desestabilizador desintegrador frente al integrador. A nadie debería sorprender por tanto el resultado. Los partidos nacionalistas, por lo tanto, han de considerarse a parte y no forman parte del objeto de este artículo. Sólo anticipar que son virtualmente antisistema por definición. Sin paliativos.


En cuanto al resto de los partidos institucionalizados:
  1. El P.P. recoge y unifica todas las «derechas», y aunque hace frente común jamás ha sido un partido cohesionado, es toda una fuente de intrigas y enredos maquiavélicos protagonizados por sus propios afiliados. Entre sus problemas máximos esta el aglutinar por motivos pragmáticos ( y para tratar de sacar réditos, lo que consiguen de la Ley D'Hondt) a liberales, conservadores, monárquicos e incluso a libertarios. Esta falta de coherencia conlleva que se defina más por oposición.
  2. El P.S.O.E. partido socialdemócrata que desde González ha renegado públicamente, rasgándose las vestiduras sin pudor, del marxismo. Si se detiene uno en sus políticas económicas, vistas desde lejos no se advierte una gran diferencia con las políticas variopintas del anterior. Se han reconvertido en monárquicos, al renunciar al «socialismo» real se han hecho enemigos de su propio fundador (el Pablo Iglesias original, que sólo comparte con el líder de Podemos y desafortunadamente su nombre y apellido).
  3. Izquierda Unida: Esto no es un partido, es un chiste. A veces creo que lo ha creado el Opus Dei, sin que ellos se den cuenta, para acabar con todo atisbo de marxismo posible. El partido ha brillado siempre por su incoherencia, se ha caracterizado por discursos brillantes , tomados aisladamente de sus dirigentes (Llamazares, Anguita a veces), que luego no tienen reflejo en sus políticas ni forma de actuar. No han tenido el más mínimo pudor en apoyar ayuntamientos del PP en una míriada de ayuntamientos, igualmente se han arrimado al sol que más calienta según el sitio, apoyando a nacionalismos en todas parte donde estos fueran fuertes. Mientras mantenían un discurso estrictamente contrario en el resto de circunscripciones. Son responsables en mayor medida de la «orfandad de la izquierda» en España. Se caracteriza especialmente por el oportunismo, que se manifiesta en su reconversión en «antisistema» después de haber sido «institucionalizado» durante décadas. Ello para poder ocupar el espacio en la «izquierda» sea lo que hoy sea eso, que manifiestamente está perdiendo. Heredero de un partido comunista en peligro de extinción.


Entre los partidos no institucionalizados:


  1. Ciudadanos: Es una especie de reemplazo de UCD o del CDS. Aglutina liberales, libertarios y quizás socialismos muy light, lo que no impide que algunos de sus planteamientos sean más socialmente avanzados que los del PSOE (como sucediera con el CDS que además incorporaba el término «social» por algo). No obstante, sus pilares básicos son el antinacionalismo periférico, el carácter integrador y el unificador del derecho (al estilo del positivismo codificador del derecho decimonónico), y la recuperación de los valores de «lo español». No se les puede considerar antisistema, pues no propiciarian una ruptura, pero por propia definición tienen más virtualidad de cambio que los anteriores . Quizás tiendan en el futuro hacia políticas más a la escandinava, pero ahora son más un proyecto de emergencia, pretenden ser un tratamiento quirúrgico para eliminar tumores del Estado orgánico.
  2. Podemos: junto con todo lo que tiene alrededor es el «antisistema» por excelencia. No obstante ya empieza a dar muestras de subsunción a lo Tsipras, algunas ridículas (la definición de Zapatero, la excelencia de la necedad presidencial, como mejor presidente de la historia ...) y a hacer juegos malabares para conseguir el poder. Plantea unos problemas notables de definición. Cuando pasa de la potencia al acto, desencanta a muchos seguidores y se producen fracturas y peleas internas que son resueltas jacobinamente, todo ello es porque es un partido joven que carece de una definición. Pero hay algo problemático en esta formación, y es que como Izquierda Unida ha tratado de aglutinar todo un espectro de opciones dispares y hasta contradictorias. Así que como Izquierda Unida lleva dentro el germen de su descomposición. Lo único que define claramente a sus seguidores es el rechazo a todos los partidos institucionalizados. Y últimamente un odio aún mayor a Ciudadanos, que surge precisamente porque es el partido alternativa no institucionalizado, que les arrebata el monopolio de «lo nuevo», elemento también muy utilizado como argumento en contraposición a «lo viejo» o la «vieja política».


Por qué no se debe votar al P.P



  1. El PP es un partido CRIMINAL. Lo dejó bien claro con su empeño por masacrar Irak. Aquella república autoritaria, en la que mal que pese antes se podía vivir y ahora no. Donde por un puñado de dólares (y unos céntimos de €) hemos generado ingentes pérdidas de vidas humanas, propiciado la destrucción de patrimonio cultural incluso de occidente, de nuestros propios orígenes, de valor incalculable. Además se ha cimentado así el nacimiento de los movimientos terroristas que hoy tanto preocupan2. Sólo por esto, y con independencia del modelo económico u otras consideraciones, salvo absoluta mezquindad, el PP merece la máxima demonización. Ni una «refundación» resultaría tolerable. Si quieren otro partido conservador o liberal, creen uno. No intenten reconvertir una organización criminal en una ONG. Votar al PP está fuera de toda posibilidad ética.
  2. El PP es un partido éticamente insoportable como puso también de manifiesto su gestión de los atentados del 11 de Marzo de 2004 en Madrid. Yo debería haber circulado en alguno de aquellos trenes, rumbo al distrito universitario, pero tuve suerte. Otros muchos no tanto. Gente inocente que había hecho todo lo posible por impedir la estúpida guerra criminal del PP, en la que se metió Aznar en busca de su propia gloria, cuando lo cierto es que la participación española era irrelevante, además, acababa vilmente abatida sólo por el hecho de siendo ellos inocentes, tener un gobierno criminal. Como si sus propios mandatarios los hubiesen sacrificado, prácticamente nadie en España apoyaba la guerra de Iraq, y la trajimos a casa. Pero lo más innombrable vino después, cuando se pretendió ganar votos atribuyendo el atentado a ETA, sabiéndose de antemano quién era. Recuerdo aquellas manifestaciones de gente arrodillada llorando y gritando de rabia la pregunta: ¿quién ha sido? ¿quién ha sido? Sólo por esto es ya inaceptable que se permita a esta organización criminal continuar en política.
  3. Por si fuera poco, el PP ha sido ya tildado en diversos sumarios de organización cuasi (cuando no directamente) criminal. ¿Es incidental la corrupción en el PP? No, no lo es, está institucionalizada.
  4. El PP utiliza métodos criminales para conseguir sus objetivos: véase el papelón del ministro en funciones Fernández Díaz y sus tramas de ¿inteligencia? para acabar con los adversarios políticos.
  5. El PP carece de toda moral, a la vez que algunos de sus simpatizantes se reclutaban en los grupos de terroristas de Estado, Gal y Batallón Vasco, y a la vez que celebraban la muerte de cada abertzale, no cesaron en hostigar al PSOE, que había hecho lo que ellos ya quisieran, con tal de obtener rédito político. Incapaces de adoptar una postura «de Estado» ni dentro del maquiavelismo (a la contra de lo que si sucede, por ejemplo, en Estados Unidos).


Por qué no se debe votar al PSOE:



  1. El PSOE es un partido criminal . Lo puso de manifiesto en su apoyo a la destrucción de Yugoslavia. De forma maquiavélica y pragmática, pensando en obtener réditos políticos para Europa, lo que no fue tanto sino al revés. Que yo recuerde sólo se opuso el diputado Garcia-Santesmases, profesor de Filosofía Política del que fui alumno. Y fue condenado al ostrascismo. Ya anticipaba el profesor la vía peligrosa que se abría con esta intervención. Pero no era solo una via, era una masacre. Sólo por esto ya debería ser expulsado de la política. El partido socialista es también criminal porque organizó una red criminal de asesinos de estado para iniciar una guerra sucia. Tenía los mecanismos legales para institucionalizar un estado de excepción, reconociendo una guerra real, pero prefirió sacar réditos políticos criminalmente, organizando a los GAL y al Batallón Vasco Español, organizaciones cuya torpeza e ineficiencia rivaliza con las actuaciones del actual ministro en funciones del PP, Fernández Díaz.
  2. El partido socialista no es socialista: González renunció a tal condición.
  3. El partido socialista es incoherente , chabacano y es junto a Izquierda Unida culpable de la orfandad de la izquierda en España (se analizará esto con mas detalle posteriormente).
  4. La diferencia entre lo que predica y lo que hace es notoria: de «Otan de entrada no» a de cabeza a la OTAN y de lleno a la guerra de Yugoslavia, la más ilegal junto con la de Irak en la que hemos intervenido. Además es un partido inepto porque de la guerra de Yugoslavia sólo hemos sacado un enemigo potente para Europa (Rusia) y además hemos colocado un enclave musulmán en el centro del continente (Kosovo) a mayor gloria de la guerrilla albanesa, resucitando los fantasmas de las incursiones otomanas. Y creando un precedente: la posibilidad de «autodeterminación» por la fuerza de los territorios, dando alas a nacionalistas e inspirando a posibles futuros terroristas.
  5. De Zapatero en adelante el partido socialista es un partido ridículo. Almunia intentó introducir un poco de sentido común, pero había ya demasiada inercia y demasiada mierda a su alrededor. Pedro Sánchez, políticamente hablando es un fantoche desiluminado, un cadáver político de mirada perdida, sin rumbo ni destino. Sus tácticas jacobinas para eliminar rivales han dado frutos locales sólo por la debilidad endémica que nutre al partido. Cuando pasen las elecciones no durará un rato. Una vez claro que no gobernará, sera fagocitado por su propio partido sin contemplaciones. Un poco de tiempo más y será el propio partido el que se autofagocitará.


Los partidos institucionalizados son partidos corrompidos hasta los cimientos.




Aunque el más llamativo y sorprendente es el PP, que ya ha sido tildado de organización que se lucra de delitos, en los tribunales. Pero no nos engañemos, todos adolecen de casos de corrupción insoportables. Todos los partidos institucionalizados están pringados en estos casos, directamente o a través de sus socios. Sin carácter de exhaustividad (pues no habría memoria en Google para tanta información) incluyo algunos casos de corrupción a continuación (sáltese esta sección si se aburre y le entran náuseas y siga leyendo):



Caso
Ámbito
Partido
Empresas
Caso AVE
Nacional
Partido Socialista Obrero Español
Atacir
Siemens
Caso Acuamed
Nacional
Partido Popular
Acuamed
Caso Almenas
puebla de almenara
Partido Socialista Obrero Español
Varias
Caso Andratx
Baleares
Partido Popular

Caso Arcos
Andalucía
Partido Popular

Caso Arona
Canarias
Coalición Canaria

Caso Arroyo
Castilla y León
Partido Popular
Mahía
Caso Astapa
Andalucía
Partido Socialista Obrero Español

Caso Atlético
Comunidad de Madrid


Caso Baltar
Galicia
Partido Popular

Caso Banca Catalana
Cataluña
Convergència i Unió

Caso Bankia

Partido Popular
Bankia
Banco Financiero y de Ahorro
Caso Berzosa
Comunidad de Madrid


Caso Bitel-2
Baleares


Caso Bomsai
Baleares


Caso Bon Sosec
Baleares
Partido Popular

Caso Brugal
Comunidad Valenciana
Partido Popular

Caso Bárcenas
Nacional
Partido Popular

Caso CAM
Comunidad de Madrid


Caso CCM
Castilla-La Mancha
Partido Socialista Obrero Español

Caso Camisetas
Comunidad de Madrid


Caso Campeón
Galicia
Partido Socialista Obrero Español

Caso Conde Roa
Galicia


Caso Cooperación
Comunidad Valenciana
Partit Popular de la Comunitat Valenciana

Caso Corredor

Coalición Canaria

Caso De Miguel
País Vasco
Partido Nacionalista Vasco

Caso Dívar
Nacional
Presidente CGPJ

Caso Egües
Navarra
Unión del Pueblo Navarro

Caso El Trompo
Canarias
Coalición Canaria

Caso Emarsa
Comunidad Valenciana


Caso Emperador
Internacional (España-China)

Gold City
Caso Enredadera
Ministerio de Fomento.Adif
Diputación Andalucia
Canarias
Extremadura
PSOE.PP.IU
Fitonovo
Caso Epsilon
País Vasco
Partido Nacionalista Vasco

Caso Fabra
Comunidad Valenciana
Partit Popular de la Comunitat Valenciana

Caso Faycán
Canarias
Partido Popular

Caso Filesa
Nacional
Partido Socialista Obrero Español

Caso Flick
Nacional
Partido Socialista Obrero Español

Caso Forcem
Nacional
Lista de sindicatos

Caso Funeraria
Baleares
Partido Popular

Caso Guateque
Comunidad Valenciana


Caso Guerra
Andalucía
Partido Socialista Obrero Español

Caso Gürtel
Comunidad de Madrid - China
Partido Popular
Teconsa
Caso Harrag
Murcia
Partido Socialista Obrero Español
Funcionario Ayuntamiento
Caso Hügel
Comunidad de Madrid
Partido Popular

Caso ITV
Cataluña
Convergència Democràtica de Catalunya

Caso Ibatur/Pasarela
Baleares
Partido Popular

Caso Ibiza Centre
IBIZA
Partit dels Socialistes de les Illes Balears

Caso Imelsa
Valencia
Partido Popular
Impulso Económico Local (IMELSA)
Caso Innova



Caso Interligare
Nacional
Partido Socialista Obrero Español

Caso La Fabriquilla
Roquetas del Mar
Partido Popular

Caso Las Teresitas
Canarias
Coalición Canaria

Caso Lasarte
Castilla y León
Partido Socialista Obrero Español

Caso Lifeblood
Canarias


Caso Limusa
Murcia
Partido Socialista Obrero Español

Caso Malaya
Andalucía
Unión Cordobesa

Caso Marchelo
Alhendín


Caso Marea
Asturias
Partido Socialista Obrero Español

Caso Margüello
País Vasco
Partido Socialista de Euskadi-Euskadiko Ezkerra

Caso Matsa
Andalucía
Partido Socialista Obrero Español

Caso Mercasevilla
Andalucía (Sevilla)
Ex militante de la agrupación Macarena del PSOE

Caso Mercurio
Cataluña
Partit dels Socialistes de Catalunya

Caso Millet
Cataluña


Caso Miñano
País Vasco
Partido Nacionalista Vasco

Caso Método 3
Cataluña
Partit dels Socialistes de Catalunya
Método 3
Caso Naseiro
Comunidad Valenciana
Partido Popular

Caso Nueva Rumasa



Caso Nóos
Baleares

Aizoon
Nóos Consultoría Estratégica
De Goes Center Stakeholder Management
Enveitg XXI
Fundación Deporte
Cultura e Integración Social
Fundación Illesport
Intuit Strategy Innovation Lab
Numa Capital
Shiriaimasu
Torres-Tejeiro Consultoría Estratégica
Virtual Strategies
Caso Orquesta
Galicia


Caso Over Marketing
Baleares


Caso Palau
Cataluña
Convergència Democràtica de Catalunya

Caso Pallerols
Cataluña
Unió Democràtica de Catalunya

Caso Palma Arena
Baleares
Partido Popular

Caso Parques Eólicos
Canarias
Partido Popular

Caso Peaje
Baleares
Unió Mallorquina

Caso Picnic
Baleares
Unió Mallorquina

Caso Pitiusa
Baleares


Caso PlaZa
Aragón (Zaragoza)
Partido Socialista Obrero Español

Caso Plan Territorial
Baleares


Caso Plaold
País Vasco
Partido Socialista de Euskadi-Euskadiko Ezkerra

Caso Plasenzuela
Extremadura
Partido Socialista Obrero Español

Caso Pokémon
Galicia
Partido Popular

Caso Poniente
Andalucía
Partido Socialista Obrero Español
Partido de Almería

Caso Port Vell
Barcelona
Convergència i Unió
Salamanca Group
Caso Porto
Comunidad de Madrid
Partido Popular

Caso Pretoria
Cataluña
Partit dels Socialistes de Catalunya
Unió Democràtica de Catalunya

Caso Rasputín
Baleares
Partido Popular

Caso Riopedre
Asturias
Partido Socialista Obrero Español

Caso Rumasa



Caso Rus
Comunidad Valenciana
Partido Popular

Caso Salmón
Canarias
Partido Popular

Caso Sanlúcar
Andalucía
Partido Socialista Obrero Español

Caso Scala/Cola Cao
Baleares


Caso Seat
Nacional
Partido Socialista Obrero Español

Caso Tabacalera



Caso Terán
Andalucía
Partido Socialista Obrero Español

Caso Torres de Calatrava
Comunidad Valenciana


Caso Totem
Murcia
Partido Popular

Caso Treball
Cataluña
Unió Democràtica de Catalunya

Caso Troya
Andalucía
Partido Popular

Caso Turismo Joven
Baleares


Caso Túnel de Sóller
Baleares
Partido Popular

Caso Umbra
Murcia
Partido Popular

Caso Unión
Canarias
PNL-NC (Partido Nacionalista de Lanzarote - Nueva Canarias)

Caso Zambrana
País Vasco
Partido Nacionalista Vasco

Caso Zamora
Castilla y León
Partido Popular

Caso de la Ciudad del Golf
Castilla y León
Partido Popular

Caso de la Construcción



Caso de la rotonda de Armilla
Andalucía
Partido Socialista Obrero Español
Ayuntamiento Armilla
Caso de los ERE en Andalucía
Andalucía
Partido Socialista Obrero Español

Caso de los cursos de formación
Andalucía
Partido Socialista Obrero Español

Caso del Lino
Castilla-La Mancha
Partido Popular

Caso facturas
Comunidad Valenciana
Partido Popular

Caso nevada
Andalucía
Partido Socialista Obrero Español
General de Galerías Comerciales
Caso vertidos Armilla
Andalucía
Partido Socialista Obrero Español
Ayuntamiento Armilla
Luxembourg Leaks
Luxemburgo


Operación EDUende
Andalucía
Partido Socialista Obrero Español

Operación Edu Costa



Operación Madeja



Operación Molinos
Aragón (La Muela (Zaragoza))
PAR - Partido Aragones

Operación Pulpo

Partido Socialista Obrero Español

Operación Púnica



Operación Taula
Comunidad Valenciana
Partido Popular

Plan Rabasa

Partido Popular

Trama Zeta

Partido Popular




El dilema de los conservadores:




Llegados a este punto , los conservadores, no tienen muchas opciones, Ciudadanos no es conservador. El PP es una partido criminal y corrupto ... si les votan es por temor a todo lo demás. Por temor al modelo económico o territorial que se pueda imponer si ganan otros en las urnas, así que ahí está el meollo.



La Orfandad de la Izquierda en España:




Y ¿a quién votar desde la izquierda? Definiendo la izquierda como una tradición de inspiración materialista, basada en el análisis marxista y quizás en la antropología materialista (materialismo cultural) y la sociología en sentido fuerte, se observan una serie de paradojas que hacen incompatibles las posturas de nuestros partidos. Especialmente los institucionalizados, pero también los antisistema son problemáticos. Veamos:



  1. Olvido de la idea de progreso. Incluso denostación. El desarrollo «sostenible» tal y como se entiende, prima entelequias como sujetos morales irracionales antes que el desarrollo humano, condena a poblaciones al ostracismo en función de valores «naturales» superiores y tiende a considerar a la especie humana «culpable» de los males planetarios. Culpable por haber sobrevivido a la extinción que de otro modo estaba programada. Se abandona el humanismo ilustrado, deja de estar el hombre en primer lugar y se establece el ecologismo, enlazan incluso algunos de estos postulados con el nacionalsocialismo, lo que no ha de extrañar, puesto que se trata de valores idealistas y románticos. Se establece el «respeto» al medio no por ser el medio necesario sino como valor en sí mismo. No se analizan cuestiones tan sencillas como que los alimentos «biológicos» no pueden alimentar a la población al contrario que los industriales, que las «energías respetuosas» como los combustibles desarrollados con cereales han propiciado hambrunas, que la pérdida de productividad industrial merma el desarrollo económico y tecnológico y que es el desarrollo tecnológico es el que, tanto para la teoría liberal (Schumpeter) como para la marxista propicia poder seguir adelante y no entrar en crisis «ecológica» a nivel de especie. Uno de nuestros problemas más acuciantes es la demografía. Cada vez somos menos en Occidente pero menos podemos mantener ... y la única forma de hacerlo es mediante desarrollo tecnológico o mediante aumento demográfico. Este último componente es uno de los elementos fundamentales de la «cultura de la pobreza3» (antropología) y no podemos basarnos en él porque ya sabemos su resultado (tercermundializar el planeta). Aunque no todo valga, y la virtud como casi siempre esté en el justo medio, se establecen frenos en modo de grupos de presión que sin capacidad holista alguna defienden estas entelequias con absoluta cerrazón, como si se tratase de una nueva (y lo es ) religión.
  2. Se olvidan los postulados básicos que si definen la izquierda, que parten de planteamientos económicos muy similares o equivalentes a los liberales, aunque difieran en su aplicación ética. La izquierda no pretende cambiar modelos productivos, sólo la redistribución. No pretende cercenar el progreso, sino ponerlo al servicio de la mayoría de la población. No desplaza al hombre del centro del universo, pretende desplazar solamente a unos pocos para colocar a todos.
  3. En cambio, per se no tienen correspondencia biunívoca con la izquierda las cortinas de humo, que a menudo sólo sirven para diluir esfuerzos en prácticas que no llevan a ningún cambio esencial y que bienintencionadas a veces, torticeras otras no son más que epifenómenos:
    1. Por ejemplo, la izquierda no es «feminista»: Esto es una falacia de definición. Nuestros partidos políticos de «izquierda» especialmente tras el zapaterismo , identifican la «igualdad» como sujetos éticos con la «igualdad biológica». Por eso las investigaciones de Cela Conde sobre la capacidad distinta de percepción de hombres y mujeres, avalada con tomografías axiales computerizadas (cerebrales), no se puede ni publicar.
    2. La confusión entre la biología y la ética es una recaída en el argumento ontológico, un salto que lógicamente no está autorizado espistemológicamente (y que nos retrotrae a la Edad Media). Se ha convertido en algo propio de la incoherencia de los partidos de nuestra izquierda. Hay un peligro tremendo además.
    3. La izquierda tampoco ha de ser «per se» «ecologista». Se ha de presumir que el freno a los interese personales individualistas ha de revertir en un mayor respeto al medio, puesto que este es un elemento necesario para el mantenimiento y desarrollo completo real y feliz de toda la sociedad. Pero ojo, que no es un fin. No es un valor absoluto en sí mismo, está supeditado a la existencia humana. Con palabras sencillas, primero está el hombre ...
    4. La izquierda no es nacionalista: el proyecto marxista es universal, pretende una sociedad de iguales, la libertad se entiende como esa igualdad de posibilidad de desarrollo personal a través de la cultura ( trabajo). Sólo por motivos pragmáticos se han realizado experimentos localistas. Marx ya predijo su fracaso. Y destaca precisamente el estalinismo entre los aldeanismos de izquierda. La izquierda tampoco ha de entenderse como correlacionada con la mayor «autonomía local». El recurso a esos postulados por IU o Podemos no es más que un intento de hacerse con votos nacionalistas de los contrarios a la economía neoliberal. Pero el proyecto marxista no funciona si no es universal, porque acaba subsumido por el neliberalismo. Baste ver a la URSS. Estamos ante la contraposición Stalin-Trotsky. El PSOE ha sido también recurrentemente absurdo en estos temas manteniendo discursos distintos según le conviniera, y potenciando las excentricidades del PSC en Cataluña.
    5. La izquierda no es multiculturalista ni respetuosa de la «diversidad» cultural: se considera la cultura como un elemento emergente de la superestructura, condicionada por el sistema económico. Y como las mismas bases tendrán que cambiar, la superestructura se tendrá que ver alterada. Esto no quiere decir que se tenga que pretender perseguir folclores, manifestaciones populares (que de hecho fueron potenciadas y preservadas en el seno de la U.R.S.S.), o prácticas religiosas privadas, no, simplemente se les vacía de contenido en comparación con la filosofía oficial. La Unión Soviética no «persiguió» oficialmente religiones, por ello sigue habiendo fieles de todo tipo bajo sus antiguos territorios, pero si las obvió a todas y educó en su contra precisamente porque era un proyecto ilustrado. ¿Es esto criticable? ¿Es esto bueno o malo? La pregunta es «bueno para qué». Hay un beneficio obvio que se obtuvo de aquello, por ejemplo, la paz de los Balcanes, rota en cuanto todos volvieron a acordarse de que tenían un abuelo musulmán o un tío ortodoxo o una prima protestante ... Yugoslavia fue un experimento donde la idea de progreso a lo marxista funcionó, se convirtió de resíduo tardomedieval en potencia mundial, sus atletas eran la envidia de España en las olimpiadas (recuérdese aquella estúpida canción de los Niquis). Hubo paz y prosperidad, esperanza de progreso ... Se acabó la URSS, y nos dedicamos nosotros vergonzosamente, incluyendo nuestra izquierda a potenciar el «multiculturalismo» en pro de la supuesta «libertad» y trajimos la guerra, aún irresuelta, y cuyas consecuencias tardarán muchas generaciones en borrarse, si no vemos estallar antes otra guerra en Europa. Nuestras izquierdas nacionales hicieron el juego al liberalismo y el multiculturalismo no es más que una de sus manifestaciones. Pero la izquierda potencia lo que une , no lo que separa. Pretende eliminar las diferencias culturales. Incluso trató de disolver las etnias repoblando la devastación nazi con gentes variopintas, se intentó crear un ciudadano soviético universal , en un modelo social nuevo. Los problemas de estos intentos son análogos a los de Platón en Siracusa. La planificación desde arriba ya vio Marx que es muy problemática. Pero lo importante en este análisis es el concepto. La izquierda marxista tolera la diferencia en ámbito privado, la riqueza folclórica y artística popular, pero en sentido fuerte se constituye como una Polis Griega, donde el cuerpo esencial del sistema social se asume y no se tolera la manifestación de incompatibilidad radical. El multiculturalismo , hoy en crisis, nace como una crítica a este modelo, pero pervierte la propia estructura de la sociedad Occidental, pues una sociedad islamizada, por poner un ejemplo, dejaría por definición de ser occidental. La izquierda marxista, a diferencia de la polis, pretende ser universalista, porque sabe que la polis no sobrevivirá al imperio global, así como los griegos hubieron de sucumbir al dominio romano. Es decir, ha aprendido del pasado ... es historicista en este sentido. Un elemento que también se ha venido negando. Sin advertir de nuevo que aceptar a Popper es aceptar un neoliberalismo ni encubierto.
    6. La izquierda es especialmente irrespetuosa con las religiones. Por lo antedicho anteriormente , la izquierda es por definición totalmente irrespetuosa con las religiones que tengan aspiraciones teocráticas, políticas o de legislar lo más mínimo. He dicho antes que en la URSS no se persiguió a la religión ... a la religión no, pero a la religión – política claro ... Derivado del análisis anterior se deduce que nada hay más contradictorio con el modelo socialista marxista que el Estado Religioso, la teocracía, especialmente peligrosa porque legitima en función no de método «científico» ni de valores de progreso, y que además es preilustrada. El marxismo es uno de los dos herederos de la Ilustración , pero es más franco en sus postulados. El liberalismo desconfía de la religión pero la usa para sus propósitos, por eso puede a menudo aliarse con el conservadurismo (de tendencia marcadamente preilustrada). El marxismo predice que esta actitud no llevará a buen puerto ... la realidad habla por sí sola. La insistencia de nuestras izquierdas no ya en «respetar» sino en potenciar manifestaciones religiosas preilustradas y absolutamente incompatibles con los valores ilustrados incorporados a nuestras sociedades occidentales es un error, chabacano, fatal y peligroso (i.e. potenciación de la implatanción de mezquitas, etc).
    7. La equiparación entre «izquierda» y «solidaridad». Es otra identificación extraña, porque la solidaridad (recordemos el sindicato polaco, activista a favor de los economistas de Chicago, debería ser criminalizado sólo por eso) se une una suerte de «caridad», ajena a la justicia social que se pretende desde la izquierda. Desde un proyecto marxista no se financian sistemas políticos preilustrados, se puede ayudar a que los pueblos recorran su camino más rápido (esto es leninismo, para el marxismo clásico es un error) , pero no se les financia prolongando su miseria. Se les enseña a luchar por su destino. No es otra cosa lo que se ha hecho en Europa.
    8. Peligrosa y falaz es la identificación de la izquierda con la «acogida» de las migraciones masivas en general. Nada más lejos de la realidad. Por los motivos antedichos una sociedad marxista no puede acoger elementos discordantes a escala relevante, porque se ve desestructuralizada. Igualmente sucede en un Estado Liberal, con la diferencia de que en este habrá individuos y organizaciones que se verán a corto plazo favorecidas, pues el comunitarismo cede ante intereses individualistas y mezquinos a corto plazo y por eso se tejerán políticas de corte instrumental. El marxismo tiene una concepción social evolutiva ... hay que dejar evolucionar ... Los pueblos han de progresar con su propio trabajo y esfuerzo y se les puede ayudar, pero ellos tienen que hacer su trabajo. Si el problema de un pueblo es la guerra religiosa, no se puede más que tratar de educar en contra de la religión, pero no acoger a los perdedores de esa guerra, que en esencia no son distintos de los ganadores y acarrean la misma problemática desestabilizadora, a menos que sean ya individuos de valores ilustrados compatibles al menos en esencia. Si hay millones de desplazados por guerras injustas, lo que hay que hacer es enseñarles a luchar por su causa, y sólo si estamos seguros de que su victoria no sería más de lo mismo (no vayamos a hacer lo que USA en Afganistán). Lo que no cabe es dar el premio regalado, obviando que en Europa, las pocas décadas que llevamos de relativa bonanza se han conseguido con millones de muertos. A parte, esta actitud buenista internacional propia de la izquierda institucionalizada (y del liberalismo cuando puede obtener réditos) potencia lo que los antropólogos llamamos los cultos cargo: surgidos en Melanesia tras la Segunda Guerra Mundial, los aborígenes creen que la opulencia occidental no tiene coste, y que si no se comparte es por mera malicia. Que hay tecnología bienes y servicios para todos. Pensar que los movimientos migratorios se producen por «hambre» es ridículo. Los miles de € que cuesta un pasaje ilegal dan para vivir décadas en algunos países sin pasar hambre. La mayoría son desertores, o soñadores a la americana. En algunos de mis trabajos de campo, especialmente los realizados sobre la isla de Cuba, expongo con todo tipo de detalles como el «hambre» que se padece es de productos de consumo. Los que de verdad pasan hambre no suelen llegar a ninguna parte, caen famélicos o se refugian cuando encuentran el primer alimento. El proselitismo neoliberal ha calado demasiado bien, y es destructivo, no sigamos haciéndole el juego desde la izquierda, por favor.
    9. La izquierda no tiene nada que ver con la «diversidad sexual» . Este asunto es transversal y empeñarse en él es otra vez perder el norte de lo realmente importante. Lo «transgresor» ante nuestro sistema de pensamiento único no puede ser sino cuestionar el valor salvífico del «mercado» como sumun bonum.
  4. De lo anterior además se deduce una tremenda problemática:
    1. Tratar de condicionar la ciencia desde la política, tergiversar el método científico para legitimar postulados extracientíficos ... hemos visto eso antes, en en sistemas como el nacionalsocialista y el estalinista. También en la teocracia cristiana y las persecuciones inquisitoriales, etc.
    2. Nos deja sin argumentos frente al racismo, o la igualdad ética entre personas por razón de etnia o sexo (bueno , de hecho hasta se disuelve el significado de «sexo») pero ... ¿y si se constatase la existencia de las diferencias ...? de estas buenas intenciones al infierno hay sólo un paso, porque el propio argumento a favor de la igualdad, en realidad no lo es tanto. No se defiende la igualdad, sólo se predica que no existen las diferencias y de ahí se deduce la igualdad entre sujetos «éticos» ... pero de eso se tiene que si se pusiera de manifiesto la existencia de esas diferencias ... la desigualdad ética , proscrita sólo por la supuesta inexistencia de la biológica, se legitimaría ... Diciéndolo de forma más clara, el argumento no es opuesto a los postulados nazis en lo que a esto respecta.
    3. Tratar de modificar el lenguaje (y la «lenguaja», todos y todas a uno y una, por poner una «ejempla» y un ejemplo) para hacerlo más «igualitario» no es más que aplicar las políticas de 1984 (y Orwell si que era de izquierdas ) y de Farenheit 451, un esperpento ideológico que convierte a la izquierda institucionalizada en el mayor de los idealismos realmente existentes, es decir exactamente en lo contrario de lo que se pretende desde el marxismo. A parte que es desperdiciar esfuerzo en intrascendencias , hacer el ridículo y olvidarse de lo que de verdad importa.
    4. Se pierde en valores «buenistas» sin contrastar y se olvida de los problemas realmente importantes y acuciantes.
    5. Introduce elementos desestabilizadores comunes incluso a los del liberalismo (Waltzer) derivadas del multiculturalismo extremo y la tolerancia a la intolerancia.
    6. La izquierda hoy institucionalizada ha coqueteado malsanamente con movimientos violentos directamente terroristas, a los que ha llegado a legitimar. El Partido Comunista Francés tuvo un comportamiento especialmente bochornoso con respecto al terrorismo en España, por poner un ejemplo. En España no tiene pudor en aliarse con los herederos de la política proetarra. Partidos que aunque legítimos, solo por su aldeanismo deberían ser reprobados. No hablemos ya de sus planteamientos «históricos» idealistas hegelianos de derecha . Pero el gran problema es que a estos, también se les considera y a pesar, «izquierdas».



Llegados a este punto podríamos enumerar algunas cosas que si son propiedad de la izquierda como proyecto de tradición marxista:
  1. Es un proyecto ilustrado.
  2. Es un proyecto culturalmente avanzado. Presupone una educación elevada. ¿Cuantos dirigentes políticos no conocemos de la izquierda institucionalizada que no saben nada de economía,, ni de ciencia social? ¿ y que no leyeron jamás El Capital? ¿y que no entienden las diferencias entre Marx, Engels, Lenin, etc. ? Más aún ¿ no hay más «izquierdistas» de estos en los pueblos con más analfabetismo? . Más aún , en sociedades preindustriales, agrícolas de subsistencia, motivo por el que IU ha ido precisamente perdiendo influencia ... algo ha fallado ahí ... Se han ido erradicando estos comunistas campesinos a la vez que se erradicaba el analfabetismo. Obviamente algo falla ... El marxismo presupone un obrero especial y una sociedad tecnológica plenamente insdustrializada. Los experimentos a la iberoamericana, que aunan salvapatrias nacionales y próceres encarnizadamente liberales y racistas con Marx (i.e. Bolívar) , me dan especial asco (Marx ya fue claro con respecto a este último) conceptualmente. Si bien acogí con entusiasmo el advenimiento de algunos de ellos esperando que habría resultados. No es este el sitio para hablar de esos asuntos, pero ha habido resultados positivos en Cuba (aunque se están dilapidando desde hace una década) en Nicaragua, y en algunos otros lugares, pero en Venezuela la situación actual es de infamia.
  3. Es un proyecto en torno a la idea de progreso, económico, social y tecnológico (este último condiciona los demás). Una utopía a lo «Star Trek Nueva Generación», por decirlo chabacanamente.


La potencialidad de PODEMOS




En este estado de la cuestión, Podemos irrumpe con fuerza. No es de extrañar por que encarna una nueva esperanza. Por un lado se encuentra con la orfandad de la izquierda, la crisis y la desesperanza. Es en momentos así cuando surgen las religiones de masas. Se encuentra con el campo abonado del descontento. Ha sido un revulsivo importante, cuanto menos ha sacudido los cimientos. Los argumentos que se han utilizado contra ellos han sido tan absurdos y estúpidos mayormente que no merecen ni ser repetidos. Sin embargo no se le han planteado algunas objeciones serias que puede hacérseles:
  1. Total falta de coeherencia: el proyecto podemos, salvo erigirse como un «antitodo» lo que no sea ellos, no se sabe exactamente que representa. Sus confluencias se organizan y desorganizan, se pelean, hay destituciones como ejecuciones sumarias, rencillas, se reparten cuotas de ponder que aún no se tienen ... algunos de estos planteamientos asustan.
  2. No son combativos intelectualmente como Marx, van más allá, expresan odio y rabia visceral muchos de sus dirigentes. Marx jamás mostró odio personal contra nadie, consideraba a los propios actores del mercado capitalista como víctimas de su propia endoculturación, sólo hizo quizás la excepción con Bolívar, al que si consideró digno de todo desprecio como buen rufián (por eso no puede evitar citarlo en el apartado anterior). Sin embargo aquí se ve una cruzada personal. Se puede entender, pero sería más tranquilizadora la ironía que la amenaza velada.
  3. La «cultura» , salvo en algunos dirigentes parece brillar por su ausencia.
  4. El excesivo pragmatismo, sin cortapisas, aleja la coherencia y la ética.
  5. Organizaciones afines como la PAH, no me cabe la menor duda que acabarán involucradas en casos tan esperpénticos como el de AUSBANC, se han convertido en organizaciones lucrativas que utilizan métodos dudosos. Es algo que creo a partir de las informaciones que manejo como abogado en ejercicio.
  6. Su aldeanismo político nacionalista, con discurso variable allí donde se encuentre, no sólo impide que sea una alternativa de ámbito nacional real, sino que incide en los mismos problemas de IU en sus mismas inconsistencias. Aparte aproximan su discurso al proyecto estalinista, lejos del universalismo que se predica de la izquierda.
  7. Podemos reúne a unas izquierdas difusas y contrapuestas, en una complejidad e incompatibilidad similar a la que se daba en la preguerra civil, sólo tienen en común su desprecio por el «sistema». Esto les puede dar energía para subvertirlo, y podría ser positivo ... pero ¿y después? Cuando haya que construir llegarán los problemas.


Pero el poder manifiesto mayor de Podemos es su capacidad para destruir a la izquierda institucionalizada. En el caso de IU ya lo ha hecho, pues al abandonar su posición «institucionalizada» para pasar a ser «antisistema» , se ha destruido a sí misma sin darse aún cuenta, pues se ha visto integrada y sobrepasada. Ya no tiene sentido un IU fuera de podemos, lo dice hasta Anguita ... la verdadera IU es Podemos. Por su trayectoria histórica, IU es un partido infame que merece desaparecer de la política española. Su fagocitación ha sido el primer logro de podemos, se lo agradeceré siempre. El «sorpasso» al PSOE y su posterior denigración hasta la irrelevancia, algo tan necesario, será otro de los logros de Podemos. Sólo eso podría ya justificar su voto. Sólo destruyendo a esta izquierda institucionalizada en su totalidad podremos dejar espacio para una nueva y real. ¿Que decir del pánico que provocan en el PP? Sólo por ello merecen otro voto más, es poco castigo ese para un partido criminal. PP y PSOE son partidos caducos, este último es absurdo de necesidad, pretende eliminar problemas aumentando sus causas (combatir el nacionalismo con mas prerrogativas para los nacionalistas, mejorar la economía con más postulados neoliberales, etc).
Podemos es la escoba perfecta. Es un arma de destrucción política masiva, estaría por ver si gobernase como se aguantaría el tirón hasta que llegase al poder la alternativa. Pero su destino es ser destruidos una vez caiga el sistema que les vio nacer, porque toda su legitimidad nace de su descontento, y todo su fundamento.


CONCLUSIONES



¿A quién votar? Decida el lector, que además estamos en jornada de reflexión y no se puede aleccionar, podría considerarse ilegal (una Ley obsoleta más). Está más claro a quién no votar, si eres de izquierda, provienes de un paradigma marxista ... no tienes opción alguna. Sufres del problema de la orfandad. Si eres conservador a toda costa, más allá de la corrupción sin límites, tu partido es el PP. Si tienes claro que lo que quieres es provocar una tormenta ... tienes a Podemos. No hay muchas más opciones, aunque no olvidemos también la de no votar.


1El término «sistema» es heredero de la concepción del «funcionalismo» en sociología.
2Estos hechos precipitaron el desenlace actual, si bien es cierto que el terrorismo yihadista nace como tal, merced las conspiraciones de USA y sus indigentes aliados europeos occidentales en la guerra de Afganistán (1978-1992), mediante la «Operación Ciclón» , cuyo único objetivo era dañar todo aquello que significaba la URSS en aquel momento. Así los occidentales maquiavélicos conseguimos eliminar un Estado socialista, para reemplazarlo por un criadero de terroristas musulmanes. Más adelante destruiríamos Yugoslavia, para instalar otra república islámica en pleno corazón de Europa, en nombre de la libertad, pero con la única intención real de minar la influencia de la nueva Rusia, a mayor gloria de Estados Unidos y Alemania, y con la ayuda de algunos acólitos que no sabían ni donde se metían, como el absurdo gobierno socialista español. Hoy estamos recogiendo la cosecha de esta metódica siembra de destrucción programada.
3Constantemente oímos que necesitamos aumentar la demografía, para que nuevos cotizantes a nuestro sistema de impuestos permitan mantener las pensiones de los jubilados de generaciones anteriores, pero esto conlleva un incremento en la escasez de recursos, supone una ventaja instantáneas que produce una depresión a largo plazo, como sucede en el tercer mundo. Y esto lo hacemos paradójicamente mientras hemos tratado de convencer al tercer mundo para que frenen su natalidad por estos mismos motivos. Lo cierto es que la única forma de hacer viable aumentos demográficos es el desarrollo tecnológico. No se puede por lo tanto desechar alegremente la idea de «progreso.