Spain of the Dead, (c) Gabriel Cordero Huertas / Dr. Worst

Spain of the Dead, (c) Gabriel Cordero Huertas / Dr. Worst
Con todo el cariño al equipo de rodaje de Juan de los Muertos

martes, 26 de abril de 2011

Y faltan los toros ...

Hay algo para lo que sirve especialmente la radio: impedir la comunicación de una pareja cuando se sienta a comer con ella puesta. Todo en pro de una supuesta mejor comunicación monodireccional, y hoy en sentido doble, de sentido único, permítaseme la expresión. La radio ya no informa de tantos acontecimientos como «antes» (no me pregunten a que antes me refiero). O quizás sucede que hay demasiados acontecimientos de los que informar y el porcentaje de información real que nos brinda heterodinamente, es poco heterogéneo, aunque si anodino (¿emisión pues «homogenodina»?, perdone usted Sr. Alicia, no estoy insultando a nadie). Es decir, quizás no ha perdido en valor absoluto, pero si en valor relativo. Sea como sea, confieso que tengo manía a ese aparatito (aunque últimamente lo «veo» con mejores ojos que a la TV, que ya no veo), por su insistencia en impedir que los comensales se conviertan en contertulios.
En este estado de cosas, ayer me sucedió algo curioso. Me di cuenta de que la emisora que sonaba, cuando me senté a almorzar, era la oficial de la Iglesia Católica, osea, la Católica Oficial Para España, que lo mismo es eso lo que significa su nombre. Hablaban insulsamente de politiqueo, alabando o criticando ciertas políticas del partido PP, y debatiendo sobre lo acertado o no de Esperanza Aguirre en cuanto a la expulsión de sus listas electorales de los políticos acusados de corrupción (curioso que haya que debatir eso, cuando todo católico sabe, que donde hay corrupción, no hay santo, a la vez que tienen a santificar políticas afines al PP, tanto es así que hasta el socialismo español, si tal cosa existe, está cristianizado e incluso, por más que se diga, nuestro Estado, por aconfesional que sea, no es laico, y no por ello deja de ser un mal Estado en mal estado).
El caso, es que al sorprenderme, de que tal emisora fuera la que inundara ese día mi espacio acústico, se me informó de que en todas las demás, sólo se hablaba de fútbol, algo que parecía aún peor.
Difícil elección ... el mundo se descompone, los parados aumentan, no aumentan más porque existe la economía sumergida (esa que veremos que pasa si de verdad consiguieran erradicar) que sostengo da empleo indirecto y no al revés a bastante gente integrada en la economía oficial, la gente pierde sus casas, el racismo aumenta, el sistema se cuestiona hasta sus raíces más profundas, el país entero se hunde, el mundo también, los conflictos bélicos no cesan, las revoluciones árabes no traerán nada bueno, por más que se hable salvíficamente de democracia y se lancen nuevas cortinas de humo ... y sí, también hay cosas buenas, casi tantas, progreso científico, alguna obra de arte que salpica de genialidad la mediocridad circundante, etc. Pero ... ¿sólo hay espacio en las ondas para el fútbol? ¿o la religión? Faltan los toros y no tendríamos nada que envidiar a la primera etapa de nuestro actual régimen poítico, el franquismo (dicho con intención). Pongan toros en la programación por favor, para que sea todo aún más cómico.