Spain of the Dead, (c) Gabriel Cordero Huertas / Dr. Worst

Spain of the Dead, (c) Gabriel Cordero Huertas / Dr. Worst
Con todo el cariño al equipo de rodaje de Juan de los Muertos

martes, 26 de mayo de 2015

¿Es una pájara, un pájaro bujarrón, es el ministro más gallo, es un cabrón, o simplemente Margallo atolondrado y guarrón?

Estupefacto asistimos a las guarrerías gubernamentales, que no tienen ya parangón en los archivos nacionales. No es suficiente ya hacernos vomitar con discursos cansinos, sandeces incontrastables que no auguran ningún buen destino, y reiteraciones absurdas que no por más dichas, son más reales en contenido, para nuestra desdicha. Es bien sabido, que nos gobiernan anormales.

Así empezamos, ataviado y socarrón, hoy me encuentro en 24 a un ministro boquerón, que no siendo suficiente con dormir y despertar, solo para aplaudir a su señor feudal, Marranillo el Corto, dicen que de BurrosRey, se entretiene una y otra vez, con diligencia nada sutil, en meter cuantos dedos caben , en su asquerosa nariz, buscando seguro un consuelo, o algún resto de seso, que aún no haya escapado, de tamaño burrezno, que como ministro nos han endosado.

Y no cesa mi estupor, al ver como continúa, bostezando  y acurrucado en el escaño, el que ocupa con escarnio, el muy hijo de P.p. Que no se percata, con su inteligencia de alpargata, que las cámaras le enfocan, ¡ay periodistas! Que lata ...

Quede así registrado en las hemerotecas, que puede haber ministros muy cerdos, aunque los presida el Sacamantecas, y tengan los visitantes en el día de apertura tan afamado, la suficiente precaución, pues no sólo de mierda se nutre el congreso y el senado, sino también de mocos , que sin ninguna duda, por debajo de los asientos escaños, se encuentran con habilidad distribuida, para que quepan todos los acumulados, por sus señorías durante 37 sépticos años.

¡Oh! Que gusto da así oír a Iglesias y a Rivera, este domingo tan afamados, decir que limpiarán las instituciones, ahora entiendo sus programas y hasta los comparto. Límpiense sus mocos señorías, con la Constitución aunque sea, que sirva de algo. Que ya sabemos que para sus delicados culos, es demasiado duro el papel timbrado.