Catalonia y el odio a la Hispanidad

Hoy se ratifica la tragicomedia catalana. Esperemos que el gobierno realmente esté a la altura y estos nuevos golpistas pasen al menos tanto tiempo en la cárcel como pasaron los del 23F si no más, puesto que sus crímenes de guante blanco son mucho más peligrosos y mucho más dañinos. Han sido incubados durante decenios, aunque también es cierto que nuestro sistema político lo ha propiciado.

Es más necesario que nunca reformar nuestro sistema electoral, acabar de una vez por todas con la Ley D'Hondt que privilegia el voto nacionalista, y volver a algo tan cabal como la equiparación de un hombre, un voto.

Quizás salga algo positivo de todo esto y nos atrevamos de una vez a tomar medidas. La culpa de haber llegado a esta situación la tiene el oportunismo político y el exceso de poder otorgado a estas minorías, que les ha permitido barrer hacia adentro, por el despropósito de los partidos hegemónicos PP y PSOE que les han permitido construir sus «naciones» imaginarias a cambio de réditos políticos y apoyos coyunturales.

Esperpentos como el Partido Socialista de Cataluña, igualmente son parte del problema mucho ms que de la solución, y si el PSOE fuera PSOE, abandonaría a sus lastrante socio para utilizar sus propias siglas. Pero resulta que ya apenas dentro de su ejecutiva recuerdan lo que estas significan. Lo que queda de jacobino en el PSOE , se aplica sólo a la eliminación del rival interno, favoreciendo las socioligarquías.

Todo parece maquinar para denigrar la imagen de España. Mi predicción para las próximas horas o días en Iberoamérica, región del mundo donde crece alarmantemente el odio a España, como fuente de todo mal, a la vez que se aspira a consumir alegremente mas productos made in USA y beber mas CocaCola:

 - Cuba: probablemente no se pronunciará. SI viviera Castro, no lo habría hecho, ese viejo era mucho más listo de lo que habitualmente se le reconocerá.
- Argentina: se mostrará abiertamente en contra de la independencia, merced que la criminaloide populista de Cristina ha quedado arrinconada.
- Venezuela: le faltará tiempo para hablar del «imperio», de «press políticos» y de «lucha por la libertad» en España y para reconocer la independencia.
- Nicaragua: por mi experiencia en el país centroamericano, me da la impresión de que igualmente apoyará la independencia, aunque con menos vehemencia que Venezuela. Afán de ridídculo una vez más.
- Bolivia: su presidente de tendencias totalitarias, el mismo que dice que la separación de poderes es un invento occidental que no tiene nada que ver con los pueblos indígenas (como si él tuviera mucho, tendencias antropofágicas aparte) y que por lo tanto las garantías más elementales de la justicia no son más que un esnobismo, se regodeará y también se sentirá escaso de tiempo para declarar la independencia.

Este proceso servirá como poco para dejar claro de una vez por todas quienes son los enemigos más acérrimos de España, algunos lo son por envidia, otros por pura ignorancia. También hay enemigos internos, intelectualoides de tercera, exiliados retornados que se fueron cuando las cosas se pusieron perras y vuelven precisamente cuando se ponen peor en sus países de acogida, pero que se atreven a dar lecciones a los que se quedaron luchando por mantener a sus gentes. Los izquierdistas subvencionados y algunos «artistas».

Pero los independentistas, entusiasmados quizás han cometido un tremendo error de cálculo: la coyuntura política, con un PP apestado, que quizás por eso mismo empuje, por una vez a hacer algo valiente al Sr. Rajoy, obligándole por una vez a no mirar para otro lado, porque además una actitud enérgica le permitirá pasar a la historia por algo más que sus pecados. Esta situación puede costar largos años de cárcel a algunos despistados.

Quizás podamos desprendernos de la Leyenda Negra, que todas las naciones tienen, pero que sólo la nuestra autofomenta y acrecienta, de forma absolutamente desadaptativa, imponiendo una autoflagelación derivada de la culpa cristiano-católica que alimenta esa noción de pecado original. Quizás este conato de destrucción, sirva para crear algo, a la nietzscheana, mejor.