Y bajaron las temperaturas … para mejor conservación del coronavirus

Los agoreros del fin del mundo por el calentamiento global, no se que pensarán, pero, a la vista tenemos que este año, es uno de los más atípicos, después del anterior precisamente, para los que pasamos tiempo en Sevilla (España). Tanto se ha presumido aquí de altísimas temperaturas que en el último lustro hemos corrido el riesgo de quedar en ridículo con nuestros amigos extranjeros, por el frío en días que se habían de suponer veraniegos. Ha sido un tópico aquí la difusión de información falsaria, sobre las temperaturas para no asustar, no han estado diciendo durante años que casi alcanzábamos los cuarenta, cuando sabíamos que a la cifra había que sumar 10 grados más. Como si no pudiéramos tener nuestros propios termómetros. Pero ahora asistimos a lo contrario, a termómetros en semáforos que dan información sesgada, pero para más. Y de ayer a hoy, con la crisis del famoso virus, que parece ser que no soporta temperaturas de 40º y superiores, resulta que nos baja la temperatura y amanecemos de repente, en Sevilla, con ¡11 grados!! Esto para nosotros es temperatura invernal. 11º y vientos fuertes, otra cosa que nos viene incordiando desde hace semanas, para mejor propagación de la enfermedad. Con estas temperaturas y humedad, el virus salvo exposición directa al sol que sí destruye al virus, y que afortunadamente si seguimos teniendo (pero por el horizonte aparecen ya los primeros cúmulos) el covid-19 podría conservarse por plazos indefinidos. Esa es la paradoja, nunca sabes por dónde te va a venir el mal (como tampoco el bien)