¿Qué decir hoy del escándalo de los test
rápidos? Resulta que nuestro
increíble gobierno sociolisto, ha comprado 900, según ellos,
después ha resultado que son ¡650.000! osea ¡todos! Test que no
cumplen los más mínimos requisitos de fiabilidad. Su fiabilidad
estadística es del 30%. Ahora nos dicen también que lo han
descubierto mediante ensayos y test de nuestros grandes científicos
(que lo serán, aquí lo que apesta es el gobierno) , cuando en el
propio prospecto indica claramente que el margen de error es del 30%,
es decir tienen nula relevancia estadística sus resultados, y no
tienen aplicación sanitaria alguna. Un timo en toda regla. Un timo
del que el gobierno además e ha enterado porque el embajador chino
se lo ha comunicado, sorprendido porque resulta, que, nada
más y nada menos hemos comprado el material a una empresa que
¡carece de licencia para fabricarlo!!! ¡material pirata! Ni más ni
menos. Si no estuviera muriendo
gente, esto sería una comedia.
Nos timan «como
a chinos», una expresión por todos conocida, que no me gusta
utilizar, aunque en realidad está ahí en el lenguaje popular como
testigo de las masacres que los estadounidenses cometieron con los
emigrantes de aquel país, para construir su «gran» nación. Por si
alguno no lo sabe, recordaré que los de timar como a un chino, viene
de que aquellos criminales, constructores del ferrocarril (retratados
por Sergio Leone en «Hasta que llegó su hora») contrataban mano de
obra china, por un precio tan ridículo, que les permitía ahorrarse
el dinero en mecha. Así tenían que dinamitar aquellos infelices,
colocando el cartucho para salir corriendo, y si no eran lo
suficientemente rápidos, volar con la roca. Es decir, menos valía
el sueldo y el chino que la mecha de un cartucho de dinamita. Estas
son las lindezas que deberíamos recordar del país de la libertad,
el mismo del cuya aspirante al gobierno Hillary Clinton, quería
promover una guerra en Europa contra Rusia, para que no se quejemos
de Trump...
Pues bien, hoy
somos nosotros los «CHINOS», y los chinos no solo son los que mejor
han sabido gestionar esto, sino unos de los pocos amigos sobrevenidos
que tenemos, pues frente a nuestros «socios» Europeos, como lo
Países
caídos bien Bajos, que proponen sancionar a España por no haber
previsto el coronavirus, en vez de ayudarla (y es cierto que el
gobierno merece algo, más que una sanción, pero no la gente que
está muriendo) o la Alemania de Merkel, que sigue construyendo su IV
REICH, todavía llamado UE, resultan que son esos Chinos de los pocos
que nos han ayudado.
Pero es que
nuestro propio gobierno nos trata como a chinos … miente una y otra
vez, en la universidad sabemos que es seguro que el estado de alarma
seguirá prorrogándose, que el
pico no se alcanzará hasta casi Junio, que el clima que tenemos
(tanto hablar de calentamiento global y hace más frio que nunca en
esta época del año) no
acompaña y permitirá la proliferación de un virus que se
destruiría
solo con las altas temperaturas y
el sol a que antaño
estábamos acostumbrados, que los tratamientos que se están
proporcionando son ineficaces, y que las estadísticas no
valen nada, puesto que no se hacen test o los que se hacen no tienen
validez alguna. Las únicas
estadísticas fiables son los modelos teóricos de propagación que
manejan algunas universidades, cuyas predicciones dejarán de hacerse
públicas. ¿Sospechoso? , oscurantismo, decretazo digital, estupidez
y mentira.
Hoy
mismo una madre tenía que esperar en la calle en
un municipio sevillano para
que atendieran a un bebé con síntomas. Para acceder tras horas a un
consultorio dantesco, donde los médicos que trabajan
envueltos en bolsas de basura, ese es el el equipo de protección,
bolsas de basura,
decidieron, totalmente
sobrepasado por la situación (mi reconocimiento a ellos que si
pensaran lo más mínimo en sí mismos abandonarían el puesto de
trabajo)
que no era necesario hacer ningún test. De hecho es que no
se están haciendo los test. Porque no hay, y porque si los hay no
valen nada. Por lo tanto el numero de contagios que
se publica es ficticio, sólo vemos la punta del iceberg.
Para acompañar
este despropósito, el gobierno ultima su DECRETAZO DIGITAL, una
medida destinada a facultarle a
cortar sin control judicial alguno, y a capricho, las comunicaciones
a cualquier zona del Estado, así las verdades incómodas las
tratarán de silenciar. Nos
timan como a chinos, esa es la verdad y nuestros auténticos
enemigos, están dentro de España y dentro de Europa, espero que
algún día lo tendrán que pagar.