Ya se están extrayendo las primeras consecuencias del Brexit, una de ellas la dimisión del Primer Ministro, ya nos gustaría en España que semejantes fracasos personales en la política se coronaran de la misma manera. Siguen otras muestras, otra vez tendenciosas , de ataques a la política desde operadores económicos de alta finanza: los «mercados» vuelven a advertir. Tanto están advirtiendo que puede que les vuelvan sus propios argumentos como guante arrojadizo y golpeen su cara, aunque dura es los suficiente para soportar esto y más.
Se nos habla ahora de posibles sanciones, hecatombes, crisis venideras, se prepara el escenario para echar la culpa de todo lo malo que venga al Brexit, un nuevo chivo expiatorio. Este razonamiento es peligroso para quién lo abandera porque ... ¿y si no pasa nada? O más aún ... ¿y si resulta que realmente a U.K. Le va «mejor» en adelante? . Se produciría la reducción al absurdo.
Definamos primeramente el concepto «mejor», que no es un absoluto, quizás habría que decir «mejor para qué». La economía no mide la felicidad, es necesario un soporte material mínimo, pero una vez traspasado el umbral, mayor economía, mayor crecimiento no necesariamente son un factor medidor ni correlacionado directamente que el grado de satisfacción del individuo en su sociedad. Hubo un tiempo en la U.R.S.S., cuando sus ciudadanos creían en sí mismos y en su proyecto social y político, en el que se alcanzaron grandes cotas de felicidad. La economía de Rusia hoy es mayor que la de la U.R.S.S. de los ochenta, pero muchos de sus ciudadanos se sienten hoy mucho más decepcionados. La balanza estadística podría dar resultados inesperados. Tener mucho dinero pero estar recluido en un campo de concentración, es mucho peor sin duda que tener menos y estar libre. Algunos confunden el dinero con la felicidad, se olvidan de su valor instrumental y que sólo es útil para conseguir cosas, pero si estas no se pueden conseguir pagando deja de ser útil ese artificio de cambio. El trabajo y el desarrollo personal, intelectual, artístico, son factores que en los paradigmas marxistas han tenido siempre una alta estima. En los liberales y neoliberales, en cambio, se cambia el aspecto cualitativo por el cuantitativo, y sólo se tienen en cuenta esos factores, llevando a una estimación espúrea, el mismo tipo de estimación que pretende en base a factores macroeconómicos que una sociedad va por buen camino, cuando la microeconomía puede mostrar que está en plena efervescencia y al borde del colapso o la revolución. Personalmente he tenido la oportunidad de observar la existencia de auténticos palacios erigidos en medio de la más rotunda pobreza, en tierras iberoamericanas, y puedo constatar que salvo allí donde la contaminación de la ideología dominante, neoliberal, ha calado a fondo hasta llevar al autoengaño, la riqueza extrema no da la felicidad ni real ni imaginada. De nada te sirve estar atrincherado en un palacete a sabiendas de que hay «hordas» dispuestas a entrar al asalto en cualquier momento, listas para saquear y matar (Honduras, el Salvador ... ). El dinero te permite comprar fusiles y pagar hombres (que también pueden ser sobornados por dinero) para que conviertan tu mansión en una fortaleza, pero no da la tranquilidad. Y sabes que si lo pierdes, o que si un competidor consigue mucho más que tú, serás pasto de chacal. No sólo la economía importa, o al menos no la macro. No somos ingenuos idealistas, importa y mucho la economía, pero siempre y cuando sus efectos tengan lo que estadísticamente se llama una «distribución normal». Los saltos abruptos producen este tipo de situaciones. El poder económico y político es más efectivo cuando más fácil es de ejercer. Es algo parecido a lo que en artículos anteriores decía sobre la invasión de musulmanes y otras culturas, por más dinero que traigan ( si es que lo traen) la percepción general, desde el barrio, no será que se mejorará. Por más que se pretenda un aporte demográfico salvador, tampoco lo será, no se salva un rebaño completando la falta de reses con depredadores, eso es cambiar el modelo y formar una jauría. Jauría que por cierto, depredado todo volverá a su más esencial estado de miseria. Si te falta demografía, apoya su crecimiento como tantas veces se hizo en el pasado con notables resultados, en vez de penalizarlo es lo que debería hacerse. La Unión Europea es una fuente perpetua de penalización a este respecto, puesto que el capitalismo salvaje, en su obsesión por aumentar los beneficios a corto plazo, se envuelve en una política expansionista económica y en una cruzada contra los derechos sociales que se alimenta y financia de la importación de mano de obra extranjera, el componente residual y necesario contra la Curva de Phillips. Creo que hoy por hoy, por más reactivación económica que haya en los barrios marroquizados de Bruselas, sus habitantes autóctonos, estarían mucho, mucho más felices, sin tales aportes que desde el punto de vista macroeconómico y sincrónico se pueden considerar beneficiosos. El neoliberalismo además, no tiene visión a largo plazo, quiere beneficios y los quiere ya. Por eso cuando se le contrasta con el imperialismo clásico se hace de forma falaz. El Imperio Romano se construía para la eternidad. La proyección de una obra (como la Vía Claudia) podía hacerse estimando su duración en siglo y medio. Hoy rige el corto plazo, propio del neoliberalismo, porque se pretende el triunfo individualista personal. Un vicio que también afecta severamente a nuestras democracias y al sistema electoral, que por definición busca réditos a corto plazo, resultados que enseñar antes de la siguiente campaña electoral. Y que además lleva a los que ya se ven como perdedores consolidados, a propiciar auténticas debacles ofreciendo lo insostenible con tal de arañar siquiera por un breve tiempo una parcela de poder que saben que en adelante les será negado. Mejor mentir, estafar y medrar para después ser expulsado con todos los privilegios de ser un ex-cargo, que no llegar a la meta por sincero y honrado.
EL DÉFICIT DEMOCRÁTICO:
Nuestro sistema político, como es bien sabido, se autolegitima en la noción de «democracia» como valor salvífico per se. Además, como en otros tantos conceptos, establece que la «democracia» la única democracia es la que tenemos. No se admiten discusiones. Hasta tal punto que hablamos de «dictaduras» cuando nos referimos a otros regímenes «democráticos», como lo fueron la extinta República Democrática Alemana (RDA) o la propia U.R.S.S. Esta estrategia tiene una doble finalidad:
- De tanto repetirse, al estilo Goebbels, llega a convertirse
en una realidad asumible. Se le da validez y no se piensa. Así, muy
poca gente hoy sabe que la palabra «democrática» estaba puesta
por algo. La elección de los cargos políticos se realizaba por
democracia directa. Esto no sólo es democrático, sino que es más
democrático que nuestro sistema «occidental», por un hecho muy
sencillo: se eligen directamente a las personas. La capacidad de
elección es mayor que en un sistema de partidos con listas
cerradas, sin que nuestro balbuceante y no consolidado ni preceptivo
«sistema» de primarias venga a paliar nada. Rápidamente se nos
criticará aquí, que todos los elegibles pertenecerían a un
partido «unico». Esto es otra falacia de definición. Hay que
establecer primero que «holgura conceptual» permite esa
«unicidad». Nuestra Constitución vigente establece un sistema
neoliberal (con algunas restricciones). La U.R.S.S. establecía un
sistema socialista. Pero dentro del PCUS han cabido elementos tan
divergentes como Lenin, Trotsky, Stalin, Jrushchov o Gorbachov.
Basta examinar las andaduras de cada uno para comprender que
sustantivamente, entre cada uno de ellos y cualquiera de los demás,
hay mayores diferencias de las que hay y las que puede haber
entre los partidos de las democracias liberales de nuestros países.
La limitación del «partido único» no es esencialmente distinta
de la de el establecimiento del Estado como Neoliberal, sólo lo es
de signo contrario. Pero esto es lo que se trata de obviar. Se
pretende que USA es un país de libertad aunque se proscriba el
socialismo, en cambio se pretende que la URSS no lo era porque
proscribía el neoliberalismo. La realidad es que el sistema
neoliberal y el soviético , ambos
son los herederos de las dos ramas de la Ilustración,
contrapuestas, pero germen de la modernidad política occidental.
Ambos
sistemas representan el final del antiguo régimen y en lo político
el renacimiento que en lo cultural había tenido lugar siglos atrás,
y propiciado por él. Podríamos decir que la U.R.S.S. recogió el
el guante roussoniano de la revolución Francesa, la parte
occidental de Europa se quedó con el ala liberal, y el Reino Unido
como siempre, quedó un tanto al margen, si bien pudiese ser
inspirador en un primer momento y reinspirado con posterioridad.
- Se
niega así la auténtica «dictadura» la de las «leyes del
mercado» esas que no se pueden contravenir. Esos principio y
valores que de tanto repetir que son absolutos e insuperables, hasta
sus voceros han terminado creyéndose. Ese es el estupor conque
reciben al Brexit. Se han quedado idiotizados, incapaz de
comprenderlo. Véase
la falacia de definición aquí también, pues si todo ha de
supeditarse al mercado, definitivamente y por definición el
concepto que se pretende de democracia queda vacío de contenido,
emergiendo la dictadura del mercado que se pretende legitimada por y
legitimadora en un círculo vicioso de la democracia neoliberal y
que se establece como oposición a la «dictadura del proletariado».
Así
que tanto aquí como allí, en Occidente o en la antigua U.R.S.S.
teníamos una «dictadura», siguiendo el análisis en los propios
términos de los teóricos del neoliberalismo, y la democracia en
realidad no es más que un cuento para lecheras , como ya anticipaba
Locke (uno de los teóricos de nuestro sistema, que en realidad
conceptualizaba con carácter puramente instrumental) , un folclore
sin capacidad real de modificar los dictados de la «economía» .
No en vano las democracias británica primero y estadounidense
después no son más que la instauración de un club de
«propietarios», todos libres e iguales entre sí. Desde ese ámbito
se puede entender como se puede sostener esto a la vez que se
utiliza mano de obra esclava y se extermina a la población
indígena.
- Y
sobre todo y lo más importante, se
pretende que no hay alternativa. Para
mayor éxtasis místico de Fukuyama y su último hombre, soñador
americano. Adormecido y obeso de cuerpo y mente. Así
que definitivamente estamos condenados a elegir entre lo mismo y más
de lo mismo, para cambiar nada,
sólo aspectos cosméticos. El Brexit puede ser una prueba en
contra, la puesta de manifiesto de la posibilidad de la alternativa.
No otra cosa es lo que molesta a los políticos alemanes. No tiene
virtualidad real el asunto de las ventas del motor de Alemania en
U.K. , ese no es el motivo de su reacción airada. Los aranceles
futuros podrán o no llegar, nada será óbice para tratados
comerciales , como tampoco para permitir circulación de personas
cumpliendo ciertos criterios, es lo que ya sucede con otros países
extracomunitarios (dejémonos de falacias por favor). De hecho U.K.
viene siendo un poder contrapuesto incómodo, casi deberían
alegrarse de su marcha, ¿por qué no lo hacen entonces? Porque ha
osado saltarse sus dictados. Porque han hecho un ridículo
estruendoso al hacer concesiones vergonzantes desde los presupuestos
de la Unión, doblegándose hasta lo inimaginable, para al final
recibir una buena patada en el trasero como contraprestación. Y
porque es el precedente notable y peligroso de que se puede escapar
a los dictados del «mercado» del modelo económico de Wolfgang
Schäuble
y de la mano de hierro del IV Reich en ciernes.
A todo esto sumemos la elección a dedo de los altos cargos en la U.E., por más que sean relevantes sus cuotas de poder, la falta de control, el poder omnímodo de algunos órganos, el oscurantismo en la realización de tratados internacionales (como el de Libre Comercio con USA, que nadie quiere salvo los poderes fácticos económicos y que se preconfigura como un poder superior a las constituciones estatales y comunitaria) la política normativa de hechos legislativos consumados sin control alguno ... En la Unión Europea, desde dentro, se sabe muy bien que la organización es antidemocrática, y se asume, se pretende más eficiente así. Además , las poblaciones no están «preparadas» para esta democracia. Lo rentable es «actuar» primero, y ya condicionaremos a los pueblos después. Es cuestión de pedagogía ... Se destruye la democracia a la chita callando ... Unión Europea y Democracia son hoy una contradicción en los términos. Por eso las opiniones de los nacionales son cada vez más divergentes con respecto a las de sus «representantes». Por eso se aprueban leyes que nadie entiende.
Esta democracia virtual ofrece la nada a sus electores, y la única forma de vencer esa nada es cambiar el sistema. En forma ordenada o de conflagración, cambiará. Esta idea de la nada, es la que llevó a a filósofos de la talla de Heidegger a «comprender» el fascismo, y la que hace que Vattimo y otros postmodernos lo «expliquen». Las alternativas a lo soviético, hoy descartadas, pueden reavivarse como contraprestación una vez se produzcan los auges de los nuevos fascismos en ciernes. De hecho algunos partidos de los denominados «populistas» empiezan a incorporar algunos elementos, aunque desordenados y sin rigurosidad en sus programas. Otros como Podemos y sus «confluencias» en España empiezan a manejar conceptos concomitantes al estalinismo, también fáciles de explicar (bastaría casi la rabia) quizás de forma inconsciente o sencillamente pragmática.
En este contexto, el Brexit es un soplo de aire fresco, porque va a permitir por primera vez comprobar empíricamente si las leyes del mercado son universales o no. Si la economía capitalista auna ciencia y religión verdadera como pretende, o no es más que charlatanería. Si U.K. consigue el más mínimo logro , por pequeño que sea, la teoría dominante se tambaleará. Un pequeño logro es mucho tratándose de David contra Goliath. La maquinaria pondrá todas las armas en contra, todas las difamaciones, trampas, tergiversaciones y tácticas sucias y encubiertas. Ante tal ofensiva una pequeña victoria significará muchísimo.
Por su coherencia, su capacidad para dimitir y asumir los resultados, el Sr. Cameron se ha ganado mi respeto. Se puede ser digno perdedor y mucho mejor galardón es este que el de indigno ganador. Su partido en general, está exento de la responsabilidad criminal ganada por méritos propios de los laboristas de Blair con su guerra de Irak. Curiosa situación que demuestra una vez más la disolución entre las fronteras de la «derecha» y la «izquierda» en nuestras democracias liberales. En el dibujo que lleva siendo portada de este blog desde hace años, un avión porta una pancarta que dice «Vota PP ó PSOE», es el sistema pidiendo votos para sí mismo. El «sistema» siempre trata de autorrepresentarse como el «único». El Brexit abre una ventana hacia otro espacio.
CONCLUSIONES:
- Los argumentos del «miedo» que se están dando contra el
Brexit o en general contra cualquier intento de sobrepasar los
dictados del mercado financiero y sus oligarcas, pueden volverse en
contra de sus defensores, estamos ante una oportunidad única, pues
como queden en evidencia, como se observe la más mínima mejora
tras la ruptura de sus «reglas», se habrá establecido un
precedente de capacidad incendiaria: se habrá roto la premisa de
que el mercado siempre tiene razón y de que la economía neoliberal
capitalista es la única realmente posible. Se habrá visto, con
independencia de su contenido, que es posible la alternativa.
Posibilidad que se nos está negando desde la caída de la Unión
Soviética.
- La cortedad de miras de los teóricos neoliberales va camino
de producir una gran conflagración una vez más, porque mientras
más poder económico se acumula, más empeora la distribución
normal y mayores tensiones contrarias, incluídas el desencanto y
odio se generalizan. Por simple teoría política, se tiene que
seguirán apareciendo opciones políticas contrarias. Con contenido
fuerte , contrapuestas, con
vocación de destrucción del sistema que no les permitiría
consolidarse y que en sentido heideggeriano ofrecen «algo»
frente a la «nada». Es un
error confundir «neoliberalismo» con «fascismos» como
habitualmente se hace, el fascismo es una reacción enérgica contra
el liberalismo en todas sus vertientes, también la «neo». Y tiene
virtualidad destructora de sus postulados y estructuras, como la
tiene el marxismo. La más destructora deriva de que legitima la
violencia física, (que siguiendo a Derrida al final es la que
establece el origen de un Estado), como medio de supervivencia
contra la violencia encubierta del «mercado». Si no desaparece el
fin negativo, cada vez se justificarán más los medios, sólo es
preciso seguir aumentando el nivel de desafección, desencanto y
desesperación, aumentar un poco más el porcentaje de gente a la
que ya no queda nada y estaremos a las puertas de lo que llamo en mi
teoría forjada en los tiempos de estudiante «gran conflagración»,
que tendrá también un componente indentitario
antimulticulturalista, ya que el multiculturalismo es otro valor de
origen liberal. Antes teníamos el freno de la U.R.S.S. que como
contrapuesto, alternativa, frenaba el neoliberalismo a este lado,
pero ahora, campando libre a sus anchas, endiosado en si mismo como
María Antonieta, sus excesos se vuelven tan notables e
insoportables que antes de que se quiera dar cuenta, se puede
encontrar con una guillotina ahí fuera, esperando pero con
impaciencia.
- El Brexit es un motivo de esperanza,
pues aunque las razones complejas por las que se produce son
variopintas, algunas son comunes y en todo caso demuestra que es
posible saltar las leyes del mercado. El revanchismo de los
mercaderes financieros va a llegar, sin duda, a manifestarse, pero
estará contrarrestado en buena medida por los mercaderes no menos
importantes británicos (U.K. es la segunda economía de la U.E.).
Liberalismo vs liberalismo
neutralizándose ..., una categoría ya anticipada por Lenin. Esta
excepción del Brexit, puede dar lugar a otras excepciones. Puede
por lo tanto ser una válvula de escape que alivie tensión y
propicie un cambio no violento, evitándose la conflagración.
No hay comentarios:
Publicar un comentario